El RBB acaba de hacer oficial la salida de Digard, uno de los descartes del cuerpo técnico. El centrocampista francés continuará su carrera en el CA Osasuna, equipo donde jugará la próxima temporada en calidad de cedido. El conjunto navarro abonará solo la mitad de la ficha, única forma en la que el Betis ha logrado encontrarle acomodo a un futbolista que nunca tuvo continuidad en Heliópolis, principalmente debido a los problemas físicos que arrastró durante buena parte de la pasada campaña. Se agotan las últimas horas del mercado veraniego, restando aún por saber si el club reforzará la zaga o si logrará "colocar" a los otros jugadores con los que no se cuenta, Portillo y Vargas. Las próximas horas serán frenéticas.
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
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