Rubén Castro, Absuelto de los Cargos de Malos Tratos a Su Ex Pareja

   El Juzgado de lo penal número 14 de Sevilla ha hecho pública este mediodía la sentencia que absuelve a Rubén Castro de los delitos de malos tratos y agresión sexual por los que fue juzgado el pasado mes de mayo. El futbolista bético fue acusado de varios delitos de maltrato hacia su ex pareja, que habría cometido entre 2012 y 2013 y por los que la Fiscalía le pedía 4 años de cárcel y la acusación 8 años y 9 meses. La sentencia puede ser recurrida pero de acuerdo a la visión de algunas fuentes acreditadas poco o nada podrán hacer ya ante la falta de acreditación apoyada por la víctima, circunstancia que ha hecho constar el juez en su veredicto.
La resolución judicial ha hecho estallar al beticismo, que ha puesto de manifiesto una desbordada satisfacción mezclada con una gran indignación por todos aquellos medios e individuos que vulneraron la presunción de inocencia del futbolista. El beticismo ha proclamado de forma unánime el deseo de que el máximo goleador histórico de la entidad regrese hoy mismo al club, deshaciendo si es necesario el contrato de cesión que le condujo al futbol chino hasta el próximo mes de diciembre. Desgraciadamente, no existe cláusula de ruptura del acuerdo de cesión en el Guizhou Hengfeng hasta que concluya el campeonato chino, allá por el mes de diciembre, de modo que habrá que esperar a que el canario vuelva a deleitar a los inquilinos del Villamarín.

   En la sentencia el juez concluye que se ha echado en falta a lo largo del proceso la necesaria concordancia y coincidencia en datos que no se pueden entender fueran menores o intrascendentes. Resultan indicativas las contradicciones en las que ha incurrido a lo largo del proceso. Establece el magistrado que no quedan acreditados ninguno de los delitos y hace referencia a tendencias fantasiosas o fabuladoras de la víctima. Asimismo, destaca cómo la presunta víctima ofreció versiones distintas ante la Policía, el juez instructor o en la vista oral sobre dónde se encontró con Rubén Castro. Llama la atención que el juez le haya dado más valor al testimonio aportado por el personal del establecimiento hotelero que al propio informe de lesiones emitido por el forense. Los empleados del hotel nervionense afirmaron que la supuesta agredida retornó al hotel por la mañana, a pesar de haber sido el escenario donde se produjo la supuesta agresión, pero las marcas de las lesiones nunca fueron vistas ni por el recepcionista del turno de noche ni por la recepcionista del turno de mañana.

   Aficionados y compañeros de Rubén Castro han querido expresar públicamente su apoyo al futbolista tras el desenlace favorable de los acontecimientos. Casi todos abundan en la necesidad de que aquellos que lincharon públicamente al jugador y masacraron sin piedad su presunción de inocencia rectifiquen ahora rectificar y pidan perdón con la misma agilidad con la se aventuraron alegremente a posicionarse del lado de la supuesta víctima. El daño ya está hecho, el sufrimiento causado, pero esta sociedad manipulada por el postureo y la hipocresía ahora calla cuando lo que tocaba era resarcir públicamente la inocencia de una persona y de una afición que fue apaleada de forma injustificada, discriminatoria y oportunista.