sábado, 29 de julio de 2017

Betis vs Real Valladolid (1-1)


   Tres semanas restan para el inicio del campeonato y no les falta razón a los miles de aficionados que siguen demandando refuerzos titularísimos en todas las líneas. El lógico requerimiento no solo viene refrendado por la penosa imagen que está dejando el equipo en estos encuentros amistosos de pretemporada, la súplica viene de lejos y este verano está más justificada, aún si cabe, por las salidas sobrevenidas de Dani Ceballos y, sobre todo, de Rubén Castro, el auténtico salvador del equipo durante las últimas temporadas. ¡Ay, qué hubiera sido de las Trece Barras sin la clarividencia del canario! Esta tarde el Betis ha disputado su sexto encuentro de preparación y los síntomas siguen siendo más que preocupantes. Quique Setién está tratando de imbuir sus líneas maestras, un juego basado en el toque y el control, sin embargo la falta de calidad generalizada y la nula presencia en el campo determina un desenlace (hasta ahora) más que inquietante.
Las transiciones defensivas, cuando se pierde el balón en área rival, son lentas y poco contundentes. La medular adolece de visión, calidad y último pase, el ataque cuenta con pocos efectivos fiables y la zaga sigue cometiendo los mismos groseros errores de bulto. En definitiva, el equipo es frágil, no tiene empaque y con estos moldes estamos tristemente condenados a otro año de penurias. Es cierto que Setién le está concediendo muchos minutos a canteranos y jugadores del primer plantel que no tendrán minutos a la hora de la verdad, circunstancia que cada vez se hace menos entendible, pero casi nada debe justificar las paupérrimas prestaciones exhibidas. Confiemos en que Serra Ferrer atine con la segunda parte de su planificación, puestos clave precisan de ajustes importantes para pelear con dignidad el ansiado y cacareado salto de calidad.

   El sistema del cántabro halló sus primeros vestigios durante algunos minutos de la primera mitad. El Betis dominaba la posesión ante un Real Valladolid que esperaba atrás, replegado y sin apenas pasar apuros. Setién puso en liza hoy un once formado por Dani Giménez, Rafa Navarro, Mandi, Amat, Junior, César de la Hoz, Francis, Brasanac, Narváez, Nahuel y Zozulia. El nuevo entrenador verdiblanco persiste en su idea de otorgarle minutos a las promesas del filial y precisamente dos de ellos, De la Hoz y Narváez, protagonizaron los mejores momentos durante este primer acto. El mediapunta colombiano del filial demostró frescura y velocidad y puede ser, junto al mediocentro cántabro, de lo poco aprovechable para el primer equipo. Nahuel y Zozulia comprometieron con cierto peligro la meta de Becerra. A los 20 minutos de juego se puso el Betis por delante gracias a una buena definición de Brasanac, que se quedó solo ante el meta pucelano gracias a una asistencia de Zozulia. El caso del delantero ucraniano resulta especialmente cómico y no por menos repetido debemos dejar de insistir en la absurda presencia del delantero en el equipo. ¿Qué vería Torrecilla en este futbolista? Narváez pudo ampliar la ventaja con un disparo con rosa desde la central que se marchó algo desviado, no obstante el conjunto blanquivioleta comenzó a desperezarse y se hizo acreedor a un mejor resultado, presentándose en superioridad en las inmediaciones del arco defendido por Giménez varias veces antes de lograr la igualada. El juego vivió momentos de una inusual brusquedad por parte vallisoletana (hasta cuatro de sus hombres vieron la amarilla) pero afortunadamente la cosa no pasó a mayores. La jugada del empate se gestó al borde del descanso, tras el saque de una falta desde el pico del área. El balón lo recogió Hervías después del intento de despeje de Junior y aunque Giménez estuvo acertado para despejar el disparo abajo del punta pucelano, el rechace lo recogió Guitián y completamente libre de marca devolvió el empate al marcador. Tras el paso por vestuarios llegó el tradicional rosario de cambios por parte de ambos equipos. El Valladolid entró con mejor pie en el segundo tiempo y Setién tuvo que dar entrada a Guardado, Fabián, Camarasa y Sergio León para frenar la inferioridad existente en la medular. El paso de los minutos se hizo eterno y cabe reseñar únicamente el estreno como bético de Feddal y los minutos de desborde y descaro del juvenil Julio. También tuvieron su oportunidad Barragán, Pezzella, Durmisi, Iván Navarro y Joaquín. Mucho, demasiado por hacer.


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