La era Quique Setién ha arrancado esta tarde sobre el tapete del Estadio Municipal de La Línea de la Concepción. Un nuevo proyecto ha dado comienzo bajo el mando del técnico cántabro, que ha podido comprobar el nivel de acoplamiento que tiene su sistema tras una semana de trabajo, un ideal de juego innegociable basado en la posesión, el toque y la presencia en campo contrario que pretende infundir a toda costa. Parece obvio que el técnico no dispone aún de las piezas adecuadas para implantar su modelo y precisamente ahí es donde radica el objetivo de la segunda parte de la planificación veraniega, en la que los técnicos supuestamente están afanados. Setién concedió minutos a buena parte de los jugadores que integran la expedición desplazada a Montecastillo.
El resultado a estas alturas de la pretemporada es lo de menos pero debe proporcionar más pistas, si es que aún no lo tienen claro, para la composición de un bloque que todavía está a medio hacer. El tanto logrado a los 4 minutos por el jugador local Gato resultó definitivo, incapaces los verdiblancos de ver puerta durante todo el encuentro, a pesar de llevar el control absoluto del partido. Setién colocó un once titular formado por Pedro, Barragán, Mandi, Tosca, Redru, Brasanac, Jonas Martin, Joaquín, Narváez, Nahuel y Zozulia. El canterano Redru, con problemas físicos, tuvo que ser reemplazado por José Carlos a la media hora de juego. El despiste defensivo que propició el tanto local evocó las tristemente habituales y groseras desaplicaciones defensivas de las últimas temporadas. Nahuel, Zozulia y Jonas marraron las ocasiones que tuvieron para restablecer la igualada y pusieron de manifiesto una vez más su ineptitud e incapacidad para otorgarle al equipo las virtudes necesarias para crecer. En el segundo acto intervinieron Valles, Amat, Pezzella, José Carlos, Durmisi, Camarasa, Fabián y Aitor. A la hora de partida Nacho, Junior y Sergio León sustituyeron a Jonas, Nahuel y Zozulia, respectivamente. Igualmente erróneo es endiosar a Serra Ferrer cuando nada se ha demostrado sobre el césped que extraer conclusiones definitivas después de probaturas de este tipo. Las piernas de los jugadores están muy cargadas tras varias jornadas de duro trabajo físico en doble sesión pero los técnicos deben seguir el rastro inequívoco que procuran estos bolos estivales para atinar con los perfiles y puestos que deben apuntalar un equipo deficiente en el que nadie se libra del cartel de intransferible. Tiempo queda para la llegada de esos titulares indispensables, inexcusable en casi todas las líneas para afrontar el comienzo del campeonato con opciones reales de certificar el ansiado salto de calidad.
El resultado a estas alturas de la pretemporada es lo de menos pero debe proporcionar más pistas, si es que aún no lo tienen claro, para la composición de un bloque que todavía está a medio hacer. El tanto logrado a los 4 minutos por el jugador local Gato resultó definitivo, incapaces los verdiblancos de ver puerta durante todo el encuentro, a pesar de llevar el control absoluto del partido. Setién colocó un once titular formado por Pedro, Barragán, Mandi, Tosca, Redru, Brasanac, Jonas Martin, Joaquín, Narváez, Nahuel y Zozulia. El canterano Redru, con problemas físicos, tuvo que ser reemplazado por José Carlos a la media hora de juego. El despiste defensivo que propició el tanto local evocó las tristemente habituales y groseras desaplicaciones defensivas de las últimas temporadas. Nahuel, Zozulia y Jonas marraron las ocasiones que tuvieron para restablecer la igualada y pusieron de manifiesto una vez más su ineptitud e incapacidad para otorgarle al equipo las virtudes necesarias para crecer. En el segundo acto intervinieron Valles, Amat, Pezzella, José Carlos, Durmisi, Camarasa, Fabián y Aitor. A la hora de partida Nacho, Junior y Sergio León sustituyeron a Jonas, Nahuel y Zozulia, respectivamente. Igualmente erróneo es endiosar a Serra Ferrer cuando nada se ha demostrado sobre el césped que extraer conclusiones definitivas después de probaturas de este tipo. Las piernas de los jugadores están muy cargadas tras varias jornadas de duro trabajo físico en doble sesión pero los técnicos deben seguir el rastro inequívoco que procuran estos bolos estivales para atinar con los perfiles y puestos que deben apuntalar un equipo deficiente en el que nadie se libra del cartel de intransferible. Tiempo queda para la llegada de esos titulares indispensables, inexcusable en casi todas las líneas para afrontar el comienzo del campeonato con opciones reales de certificar el ansiado salto de calidad.
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