La maquinaria bética, bien engrasada por la buena mano de Serra Ferrer, no ceja en su empeño de formar un equipo competitivo para la próxima temporada. Horas después del anuncio de la llegada de Jordi Amat le llega el turno a Andrés Guardado, que recala en las filas verdiblancas procedente del PSV Eindhoven. El RBB habría abonado al conjunto holandés algo más de 2M€ por el experimentado centrocampista mexicano, con amplia experiencia en la liga española tras su paso por el Deportivo de la Coruña y Valencia CF. Tras la ciudad del Turia, Guardado probó fortuna en el Bayer Leverkusen y de ahí fichó por el PSV, donde ha jugado las dos últimas temporadas. Además, el futbolista de Guadalajara, que cumplirá 31 años el próximo mes de septiembre, cuenta con una dilata experiencia con la selección nacional de su país, a la que ha defendido más de 130 partidos y ha disputado tres mundiales.
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
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