El RBB ha caído por la mínima ante el Córdoba CF en el Nuevo Arcángel con un equipo plagado de canteranos que a la postre han sido de lo poco positivo que ha exhibido el equipo en su décimo ensayo veraniego. Quique Setién continúa experimentando con las alineaciones a falta de poco más de diez días para el inicio del campeonato y comienza a dar la sensación de que la pretemporada está sirviendo para poco. El equipo sigue dejando muchísimas dudas, sobre todo a nivel defensivo, el once que arrancará en el Camp Nou no parece definido y la fragilidad sigue siendo la identidad de un bloque nada equilibrado que continúa sembrando incertidumbre entre sus aficionados.
El Betis arrancó esta tarde con una alineación formada por Adán en portería, Barragán, Pezzella, Amat, Redru, De la Hoz, Narváez, Julio, Nahuel, Narváez y Sergio León. El primer acto resultó plano e insulso, sin grandes ocasiones de gol. El Betis trataba de llevar la iniciativa pero como casi siempre se chocaba con su propia falta de verticalidad e imaginación. La ocasión más clara de los béticos llegó en los compases finales de esta primera mitad por mediación de Joaquín, que se aprovechó de un valor largo pero su disparo se estrelló contra el cuerpo del meta Stefanovic. Tras el paso por vestuario Setién le dio la oportunidad a Roberto, el juvenil sobre el que tantas esperanzas hay depositadas. El chaval y Julio, otra de las perlas de la cantera verdiblanca fueron de lo más destacado del segundo tiempo. Ambos estrellaron sendos balones contra el palo y demostraron una pujanza y una rabia que a buen seguro les llevará a debutar con el primer equipo más pronto que tarde. Desafortunadamente, un error defensivo en la marca a la llegada de Markovic propició el tanto local en el tramo final del encuentro. Navarro volvió quedar retratado en la jugada, no está cuajando una buena pretemporada el canterano cuando parecía que su proyección le permitía una buena adaptación a la categoría. El Córdoba lo siguió intentando en los últimos minutos y gozó de alguna oportunidad más para lograr aumentar su ventaja. En el segundo tiempo jugaron también Giménez, Navarro, Mandi, Feddal, Brasanac, Fabián, Camarasa, Aitor, Loren y Sanabria. El inicio de lo realmente importante se cierne de forma amenazadora, la incertidumbre y los mismos problemas de siempre continúan sobrevolando sobre una plantilla desequilibrada, sin empaque, frágil defensivamente y poca mordiente arriba.
El Betis arrancó esta tarde con una alineación formada por Adán en portería, Barragán, Pezzella, Amat, Redru, De la Hoz, Narváez, Julio, Nahuel, Narváez y Sergio León. El primer acto resultó plano e insulso, sin grandes ocasiones de gol. El Betis trataba de llevar la iniciativa pero como casi siempre se chocaba con su propia falta de verticalidad e imaginación. La ocasión más clara de los béticos llegó en los compases finales de esta primera mitad por mediación de Joaquín, que se aprovechó de un valor largo pero su disparo se estrelló contra el cuerpo del meta Stefanovic. Tras el paso por vestuario Setién le dio la oportunidad a Roberto, el juvenil sobre el que tantas esperanzas hay depositadas. El chaval y Julio, otra de las perlas de la cantera verdiblanca fueron de lo más destacado del segundo tiempo. Ambos estrellaron sendos balones contra el palo y demostraron una pujanza y una rabia que a buen seguro les llevará a debutar con el primer equipo más pronto que tarde. Desafortunadamente, un error defensivo en la marca a la llegada de Markovic propició el tanto local en el tramo final del encuentro. Navarro volvió quedar retratado en la jugada, no está cuajando una buena pretemporada el canterano cuando parecía que su proyección le permitía una buena adaptación a la categoría. El Córdoba lo siguió intentando en los últimos minutos y gozó de alguna oportunidad más para lograr aumentar su ventaja. En el segundo tiempo jugaron también Giménez, Navarro, Mandi, Feddal, Brasanac, Fabián, Camarasa, Aitor, Loren y Sanabria. El inicio de lo realmente importante se cierne de forma amenazadora, la incertidumbre y los mismos problemas de siempre continúan sobrevolando sobre una plantilla desequilibrada, sin empaque, frágil defensivamente y poca mordiente arriba.
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