El club acaba de comunicar a través de los medios oficiales que German Pezzella prolonga su vinculación con el Real Betis un año más, hasta el año 2021, obteniendo un incremento en sus emolumentos. Los gestores verdiblancos han querido premiar de esta manera al que ellos entienden uno de los futbolistas más importantes del plantel. Creo entender que este movimiento de la entidad tiene en realidad la intención de rentabilizar una futura salida del jugador. Según informa el portal
Alfinaldelapalmera, la cláusula de rescisión del central argentino se mantiene en los doce millones de euros que ya tenía cuando se incorporó al Betis en el verano de 2015 procedente del River Plate a cambio de 2,5 millones de euros por el 50 por ciento del pase. Lo que sí cambia en este nuevo contrato es que el Betis se garantiza que si el valor del jugador crece, puede comprar la mitad de la propiedad restante a River Plate y a la familia del jugador (25 por ciento para cada parte) por una cantidad fija e incrementar la cláusula de rescisión, según algunas fuentes, a 20 millones. Es decir, que si el mercado indica que hay clubes que pueden abonar doce millones por Pezzella, el Betis se protege garantizándose con un movimiento la compra del resto del pase de Pezzella para incrementar su cláusula o bien deja que la venta se produzca e ingresa lo que le toca. La noticia no ha sido acogida con demasiado entusiasmo entre muchos sectores de la afición, tanto por las dudosas prestaciones del futbolista como por lo inoportuno de su renovación. Es evidente que el Consejo tiene situaciones más prioritarias pendientes de acometer, como la revisión de los contratos de los pocos activos de un plantel a todas luces mezquino, como son los casos de Dani Ceballos o Antonio Adán.
Alfinaldelapalmera, la cláusula de rescisión del central argentino se mantiene en los doce millones de euros que ya tenía cuando se incorporó al Betis en el verano de 2015 procedente del River Plate a cambio de 2,5 millones de euros por el 50 por ciento del pase. Lo que sí cambia en este nuevo contrato es que el Betis se garantiza que si el valor del jugador crece, puede comprar la mitad de la propiedad restante a River Plate y a la familia del jugador (25 por ciento para cada parte) por una cantidad fija e incrementar la cláusula de rescisión, según algunas fuentes, a 20 millones. Es decir, que si el mercado indica que hay clubes que pueden abonar doce millones por Pezzella, el Betis se protege garantizándose con un movimiento la compra del resto del pase de Pezzella para incrementar su cláusula o bien deja que la venta se produzca e ingresa lo que le toca. La noticia no ha sido acogida con demasiado entusiasmo entre muchos sectores de la afición, tanto por las dudosas prestaciones del futbolista como por lo inoportuno de su renovación. Es evidente que el Consejo tiene situaciones más prioritarias pendientes de acometer, como la revisión de los contratos de los pocos activos de un plantel a todas luces mezquino, como son los casos de Dani Ceballos o Antonio Adán.
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