El club acaba de hacer oficial el acuerdo de cesión alcanzado para que Felipe Gutiérrez juegue en el Internacional de Porto Alegre hasta diciembre del presente año. Aunque la presentación se celebrará en los próximos días, el centrocampista chileno ya ha posado con la camiseta del cuadro brasileño, que se ha reservado una opción de compra por 2 millones de euros. Las ridículas declaraciones de Torrecilla, que se atrevió a afirmar que la medular bética era la mejor del campeonato con la excepción de los dos grandes, ponen de manifiesto el estrepitoso fracaso de la planificación bética, ahora que una de sus apuestas para esa zona del campo enfila la puerta de salida bastantes jornadas antes de que finalice su primera temporada en España. No hay quien sostenga ya esta estafa.
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
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