Explicaciones, implicaciones, acusaciones o procesamientos. Al aficionado verdiblanco lo que realmente le interesa es saber como todo este espinoso asunto de los amaños puede afectar en el devenir de los acontecimientos. Desde el seno del club están intentando trasladar transparencia y tranquilidad, focalizando toda la atención en las buenas noticias que llegan desde la enfermería (otra vez vacía salvo los lesionados de larga duración) o desde el área técnica, con un Pepe Mel dejándose ver en plan paternal, mimando al puntal más importante que tiene el club. Todos sabemos que los éxitos del club pasan por el acierto del mejor artillero de nuestra historia, Rubén Castro, algo descolocado en los últimos encuentros, acaso por culpa de su procesamiento por culpa del turbio asunto de los supuestos malos tratos a su exnovia.
Dejémonos de marear tanto entuerto extra deportivo. Que cada cual afronte en los juzgados sus culpas y sus miserias, estoy de acuerdo, pero en el césped hay que centrarse en perforar la meta al menos una vez más que el rival en cada uno de los diecisiete partidos que restan hasta que la campaña toque a su fin. Un Betis de primera, en primera. Ya habrá tiempo de depurar responsabilidades
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