Rubén Castro Martín y Jorge Molina Vidal. El RBB tiene la inmensa suerte de contar con estos dos jugadores en sus filas. Si militaran en cualquier otro equipo de la categoría sería a buen seguro esa la escuadra que lideraría el campeonato. El canario atraviesa un momento de forma envidiable a sus 33 años. Ha disputado los 41 partidos de su equipo esta temporada, incluyendo los de liga y los de copa, y es el máximo anotador de la competición con 26 tantos. En el caso de Molina, la llegada de Mel le vino de maravilla y ha aprovechado su oportunidad como solo los grandes saben hacerlo. El equipo se ha beneficiado de la confianza que el técnico madrileño depositó en el delantero alcoyano ya que desde entonces ha sumado 14 de los 16 goles que lleva anotados en el torneo de la regularidad.
Aquí es donde reside el secreto del éxito. |
El partido de hoy fue realmente malo. A pesar de liderar la tabla y seguir aventajando en 6 puntos al tercer clasificado a falta de 5 encuentros para la finalización del campeonato, la sensación que se le quedan al aficionado es la de la preocupación. Es cierto que el objetivo primordial pasa ahora exclusivamente por lograr el ascenso para garantizarse un futuro halagüeño. Considero que la directiva está haciendo una buena labor, han contratado a un director deportivo reputado, se está empezando a cuidar la cantera, se ha cerrado un importante contrato con Adidas (aunque de momento el club no le ha dado oficialidad) y los asuntos judiciales parece que se pueden resolver con buenas noticias para la entidad. No obstante, la plantilla debe ser remozada en todas sus líneas para gozar de garantías el año que viene en la máxima categoría y que de una vez por todas el club logre asentarse entre los grandes.
El partido comenzó de forma preocupante para los intereses béticos. El Mallorca tenía el dominio y se zafaba con gran tranquilidad de la presión que trataban de ejercer los verdiblancos, totalmente carente de intensidad. Sin embargo, en el minuto 6 los hombres de Mel pudieron adelantarse ya que en tres pases lograron llevar el balón hasta las botas de Molina, quien no pudo finalizar la jugada con éxito. Marco Asensio, El mejor jugador bermellón, generaba problemas a la endeble defensa heliopolitana cada vez que el balón pasaba por sus pies. Al cuarto de hora, el habilidoso extremo se marchó de Casado y Torres con pasmosa facilidad pero su pase lo interceptó Adán, evitando males mayores. A renglón seguido, Rubén Castro, quien sino, recogió un balón dentro del área y tras dos recortes fue capaz de alojar el balón en el fondo de la red ante la desesperación del meta balear. Esa es la diferencia, no nos engañemos. El conjunto mallorquinista dominaba pero demostraba su puesto clasificatorio con alarmantes faltas de calidad en todas las facetas del juego. El Betis no mostraba mucho más pero tras el gol si vivió más tranquilo. La medular ofrecía un rendimiento deleznable, sobre todo cuando el balón pasaba por N´Diaye. Es desesperante la falta de recursos que está demostrando el jugador senegalés. A la media hora, otra jugada de tiralíneas reunió a los dos genios béticos y gracias a su asociación Molina llevaba el segundo al marcador. Partido controlado. Pero sucede que el resto del equipo no llega al nivel de estos dos jugadores, ni muchísimo menos. En una jugada aislada, una más en la que los locales trataron de jugar a la espalda de la defensa, Jordi Figueras no acertó a despejar y Adán marró en su salida, dejando el balón a Joselu, quien se la cedió a Xisco, que estaba en posición clara de fuera de juego, y anotó completamente a placer.
El segundo tiempo se hizo interminable. El partido era un cúmulo de despropósitos total y ni el Betis cerraba el partido ni el Mallorca lograba llevar el suficiente peligro como para empatar. Pero los aficionados temíamos que llegara otra jugada aislada o un error de bulto que nos penalizara y pudiera peligrar el importantísimo botín que el equipo pretendía llevarse a Sevilla. Asensio fue el que más lo intentó y tras recoger otro mal balón de Figueras, soltó un zapatazo que repelió el larguero. Hasta el final del partido imprecisión y nervios pero el marcador no se movió más. El regreso a la máxima categoría está cada vez más cerca. El equipo estuvo rematadamente mal. Salvo la pareja de delanteros y algunas acciones de Portillo y Ceballos, el equipo se mostró irritantemente fallón. Hasta Adán estuvo impreciso en varios lances del encuentro. Cinco partidos por delante para certificar un ascenso necesario y vital para el futuro del equipo.
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