Mel Desea Suerte al Sevilla FC

    Menudo revuelo que se ha montado en torno a los corrillos de la Sevilla futbolística tras la rueda de prensa de este mediodía, en la que Pepe Mel manifestó su alegría por el logro europeo del eterno rival, deseándole suerte de cara a esa final de la EL que disputará el próximo 27 de Mayo en Varsovia. "Doy nuestra enhorabuena como club vecino y hermano de la ciudad. Han conseguido algo importante. Es bueno para el fútbol español que los clubes españoles lleguen lejos en Europa, eso beneficia a todos los profesionales del fútbol. Que la selección haya ganado dos Eurocopas y un Mundial significa que todos los profesionales estamos mejor valorados, así un equipo tras otro. Enhorabuena y mucha suerte al Sevilla FC. ¿Si vimos el partido? Estábamos de cena de equipo, una de las cenas de las multas, pero sí que estábamos informados de que el partido les iba bien. Ahora toca felicitarles y a ver si lo consiguen", expresó el técnico madrileño. Escocieron tanto estas palabras en algunos sectores béticos que Mel se vio obligado a suavizar su discurso a través de su cuenta de twitter: "Siento mucho a quien haya ofendido mis declaraciones de hoy. Jamás se puede dudar de mi beticismo, he dado, doy y daré todo por este club".

    A mi modo de ver, los profesionales del fútbol ostentan un papel mediático muy relevante en esta sociedad tan enferma que hemos construido. Frecuentemente se ven expuestos a coyunturas pintiparadas en las que pueden ofrecer un discurso moralizante y aleccionador. Sus intervenciones tienen tal repercusión que pueden llegar a propagarse por todos los rincones de la sociedad en cuestión de segundos.  Es por ello que no veo del todo inapropiadas las palabras del técnico bético aunque ha quedado claro que en el contexto de nuestra ciudad no han sentado nada bien. La deportividad es una virtud que cuesta mucho trabajo asimilar y cuantos más ejemplos consuma el individuo más claramente podrá interiorizar el concepto. La nobleza y la limpieza no tienen que estar reñidas con la guasa sana y el deseo de ver como el eterno rival muerde el polvo pero los dirigentes del deporte deben mostrar siempre la cara más deportiva y elegante, si no ¿Qué clase de civilización es esta? Estoy convencido de que si el Dnipro se alza finalmente con el triunfo a Mel se le esbozará la misma sonrisa socarrona que se nos dibujará en el rostro a todos los béticos de corazón. ¡Qué cambien las tornas, hoy mejor que mañana! Ese es el deseo legítimo que cada bético alberga en su corazón pero dejemos que los profesionales representen su papel sin llevarnos las manos a la cabeza por ciegos apasionamientos.