Falta cerrar la fecha en que será oficial el ascenso |
Victoria incontestable del Betis. Es ya casi irrebatible que las puertas del ascenso se abrirán de par en par para el cuadro heliopolitano. Tras el holgado triunfo logrado esta tarde, el regreso a la máxima categoría del fútbol español podría incluso certificarse el próximo jueves. Para ello sería preciso que el Girona cayera derrotado en su visita a Vitoria y que al día siguiente el conjunto verdiblanco lograra imponerse al Racing en el Sardinero.
Mel, a la vista de los ensayos efectuados durante la semana en las sesiones preparatorias, pretendía hacer rotaciones pero las lesiones de Pacheco y Lolo Reyes se lo impidieron. El chileno finalmente entró en la lista de convocados aunque no disputó ni uno solo de los minutos del encuentro. La defensa presentaba el único cambio del canterano Varela por Casado. Torres y N´Diaye era la pareja de mediocentros y por delante de ellos se situaban, como viene siendo habitual, Portillo y Ceballos. Arriba, Zipi y Zape.
El conjunto bético salió al césped dormido. No creo que entrara en los planes del técnico madrileño que el Lugo se hiciera dueño y señor del balón de manera tan palpable y menos aún si ello era a costa de la apatía casi generalizada de sus hombres. La pitada del respetable no se hizo esperar ya que la falta de empuje era inaceptable. Sin embargo, el conjunto entrenado por Setién, como ha sido habitual a lo largo de toda la temporada, a pesar de estar fenomenalmente dispuesto en el campo y de tener un trato exquisito de balón, adolece de una alarmante falta de pegada. Y el Betis es más bien todo lo contrario. La primera que tuvo la mandó a la jaula. Balón recuperado en el centro del campo y N´Diaye colocó un balón profundo a la carrera de Castro. El canario discurría por el flanco derecho y como Molina estaba bien cubierto en el punto de penalti soltó un latigazo tremendo ante el que nada pudo hacer el guardameta lucense. Este contratiempo no amilanó a los gallegos y siguieron dominaron todas las facetas del juego hasta que de tanto intentarlo encontraron su oportunidad. En una nueva indecisión de la pareja de centrales Álvaro Peña aprovechó la ventaja que le brindaron para poner de nuevo las tablas en el marcador. Bronca en la grada. Tras el empate el atacante Ferreiro probó desde larga distancia y sus chuts no encontraron puerta por poco, lo cual hizo encrespar los ánimos aún más. No obstante, es bien cierto que lo equipos que entran en una dinámica ganadora aprovechan al máximo sus recursos para revertir cualquier situación desafiante del rival. Bajo el influjo de esta máxima logró ponerse de nuevo el Betis en franquicia en el marcador. Tras el lanzamiento de una falta ejecutada por Varela el balón fue golpeado con la testa por N´Diaye y la situación dejó el esférico franco a Molina que solo tuvo que empujar el balón a la red. Con esta mínima ventaja para el cuadro local enfilaron los veintidós protagonistas el túnel de vestuarios.
Grande Rubén |
El escenario varió completamente en la segunda mitad. Tal vez el calor hizo mella en los jugadores gallegos o tal vez el Betis decidió ir de verdad a por el partido. Muy pronto, el conjunto verdiblanco sentenció el envite gracias a una jugada en la que participaron casi todo el ataque. Rubén Castro remato casi a bocajarro un sensacional servicio de Varela que el meta lucense logró repeler, pero en el rechace Molina habilitó a Molinero y logró batir por tercera vez la meta de José Juan. El lateral está cerrando un final de temporada francamente interesante. Con el pleito cerrado, Molina se permitió marrar una ocasión de forma clamorosa pero algunos minutos después asistió a su socio en el ataque para convertir el cuarto de la tarde. Rubén Castro lograba su segundo tanto de la tarde y celebraba así su partido 200 con la elástica verdiblanca. Asimismo, lograba colocarse, ahora si, en lo más alto de la tabla de artilleros históricos de la centenaria historia bética con 111 tantos, superando a Paquirri. De paso, batía su propia marca en un sola temporada al lograr anotar su gol número 28 del campeonato. Con el encuentro finiquitado, el respetable comenzó a pasárselo en grande entre cánticos de "Volveremos...". Poco antes del pitido final, Rennella no desperdició el excelente servicio de Molinero, cabeceando a placer para redondear la manita. El objetivo cada vez está más cerca, tal vez sea cuestión solo de esperar unos días más.
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