miércoles, 20 de septiembre de 2017

Real Madrid vs Betis (0-1)


   Noche de júbilo, alegría desbordada en el corazón de los béticos, triunfo histórico en el Santiago Bernabéu. El coliseo de la Castellana enmudeció poco antes del minuto 94, justo cuando Sanabria descosió el esférico con un testarazo que quedará grabado en la retina de la afición verdiblanca durante muchos años. El gol del ariete paraguayo llegó cuando ya no había tiempo para la reacción del todopoderoso conjunto capitalino y vino a culminar la impresionante exhibición coral del equipo, empezando por el técnico, que ofreció una cátedra en el planteamiento del choque, y concluyendo por los hombres que hoy no contaron con minutos. Quique Setién, valiente y confiado en sus posibilidades, puso en escena un bloque con varios cambios, tal y como había anunciado en la previa. Joaquín y Guardado, protagonistas principales de la victoria del pasado sábado ante el Deportivo, se quedaron en el banquillo, ocupando sus puestos los canteranos Francis y Fabián. El cántabro ha dejado claro en sus distintas intervenciones ante la prensa que las rotaciones se antojan esenciales para preservar el físico de los más veteranos, situación que no debe disminuir las prestaciones del equipo si logra que los menos habituales adquieran un firme compromiso con la causa a base de concederles la debida relevancia. Por su parte, Sanabria ocupó el sitio que hasta el momento está siendo propiedad de Sergio León y el ariete de San Lorenzo dejó en buen lugar al entrenador, al cuajar una actuación memorable coronada por el fantástico gol de la victoria cuando el cronómetro languidecía.

   Como viene siendo habitual en estas primeras jornadas del campeonato que acaba de comenzar, el Betis salió bien plantado al terreno de juego, protagonista en el manejo del balón y del juego colectivo, mandón, con jerarquía y tensión, competitivo, tan distinto al de temporadas anteriores. En frente estaba el actual campeón de Europa. Zidane alineó a su once de gala, una vez concluida la sanción de cinco partidos impuesta a Ronaldo y con la vuelta de Marcelo al lateral izquierdo. Fue el Betis el que lo intentó primero. Antes de alcanzar el minuto 3 Sanabria pudo haber inaugurado el marcador pero su disparo fue despejado bajo palos por Carvajal, casi sin querer. En la continuación de la jugada, Fabián conectó en el interior del área con Camarasa pero el disparo del valenciano fue blocado abajo por Keylor Navas. Ronaldo, muy desacertado toda la noche, replicó a los 10 minutos con un taconazo que culminaba una buena jugada iniciada en el flanco izquierdo, pero el balón fue desviado a córner por Javi García. La jugada fue protestada por el portugués y buena parte de la grada, ya que el centrocampista de Mula se valió del hombro para deshacer el peligro, si bien Mateu Lahoz no observó nada punible en el lance. Los verdiblancos no estaban de turismo en la capital del reino. Camarasa volvió a intentarlo al cuarto de hora pero su disparo lejano se perdió ligeramente por encima de la cruceta. El ritmo de la contienda era frenético, el intercambio de golpes hacía las delicias del espectador. Modric condujo con mucha verticalidad hasta el área pero su remate se estrelló contra el lateral de la red. Feddal y Mandi le cerraron la línea de pase al croata, que tuvo que disparar al palo de Adán, quedando en nada una situación que podría haber significado el primer tanto de la noche. Superados los 20 minutos fue de nuevo Modric el que remató ligeramente por encima del larguero, finalizando el buen servicio desde la derecha de Carvajal. No había descanso para la zaga bética. Adán tuvo que emplearse a fondo para detener abajo el intencionado remate de Cristiano, que pateó de primera la cesión de Bale, situado a su derecha. A la media hora de juego Casemiro tuvo idéntica suerte al cabecear desviado el centro colgado por Bale desde la derecha. En este toma y daca en el que se había convertido el encuentro, ahora llegó el turno de las Trece Barras. Fabián, aprovechándose de un error garrafal de Carvajal en el saque lateral, estuvo a punto de ver puerta pero una estirada prodigiosa de Navas se interpuso en las intenciones del canterano. El palaciego realizó una exhibición portentosa, demostrando una vez más que su carrera puede estar experimentando un salto cualitativo muy interesante. Posteriormente llegó el turno de Isco pero Adán estuvo acertado para desviar a córner el disparo del malagueño y deshacer la más clara situación merengue para haber inaugurado el electrónico. Guardado tuvo que reemplazar a Camarasa, con molestias musculares, poco antes del descanso. En los estertores de este primer acto Ronaldo probó suerte pero su lanzamiento con pierna derecha fue rechazado por Mandi. Aun tendría tiempo el astro lusitano de abrir el marcador pero se trastabilló en el momento de engatillar y la ocasión se perdió. No dio para más este intenso primer tiempo.

   Tras el paso por vestuarios, el conjunto local salió decidido a por la victoria. Cristiano siguió intentándolo de cara al marco pero como sucediera en la última jugada de la primera mitad, el ariete portugués se resbaló instantes antes de embestir. Instantes después desperdició la enésima situación ventajosa, marchándose el balón a la grada cuando el siete blanco lo tenía todo para marcar, malogrando de este modo el fantástico centro de Bale desde el costado izquierdo en una contra iniciada en la medular con mucha categoría por Isco. No era la noche de la estrella madridista y mostraba sin complejos su desesperación. Sufría el Betis en estos compases iniciales de la reanudación. En una acción aislada, Francis se presentó solo ante Navas pero su remató se fue arriba cuando tal vez lo más fácil era marcar. El colegiado había aplicado la ley de la ventaja en la falta cometida por Marcelo sobre Sanabria, a quien iba dirigido el desplazamiento en largo, el balón siguió su curso y habilitó la carrera del canterano de Coín pero le pudo la presión, algo incordiado por la presencia siempre molesta de Varane, y mando el esférico por encima del larguero. El partido se convirtió a partir de entonces en un monólogo blanco en ataque. Ronaldo, negado ante el marco, culminó con un centro su internada por la izquierda y Carvajal remató algo forzado y el balón se estrelló contra el exterior del palo izquierdo. A punto de alcanzarse la hora de partido, el juego se detuvo para atender a Mandi, que sufrió un pisotón de Ronaldo en la pugna que mantuvieron ambos por el balón. Boudebouz dispuso de media hora para ir cogiendo el ritmo, ocupando el sitio de Francis. No estuvo afortunado el argelino, que intentó muchas cosas pero se le notó demasiado la inactividad. Ronaldo, muy activo a pesar de sus constantes desatinos, reclamó un inexistente penalti cuando trataba de conectar el inverosímil pase de Bale. Barragán sufrió un golpe en la cabeza en una jugada embarullada en el área bética y el juego tuvo que detenerse de nuevo para que el lateral fuera atendido. El tiempo transcurría muy lentamente para el aficionado bético. Adán apareció de nuevo para mantener a su equipo con vida, desviando con la punta de la manopla izquierda el disparo lejano de Kross. Al poco de salir al terreno de juego, Asensio condujo hasta el interior del área pero su pase fue rematado arriba por un exasperado Ronaldo. Un centro de Lucas Vázquez desde el flanco derecho, que también acababa de ingresar en el partido, fue rematado de forma asombrosa por Bale pero el taconazo del galés se quedó sin premio gracias al palmeo de Adán y a la colaboración inestimable del poste. Mayoral, última permuta de Zidane en el encuentro, culminó un pase filtrado de Bale pero Adán, de nuevo el meta madrileño del Betis, deshizo el peligro con una atinada salida. En el último minuto del choque volvió a comparecer el Betis en área rival. Guardado apareció algo escorado en la frontal y Sanabria, en situación claramente adelantada,  mandó el esférico al fondo d ellas mallas. El asistente estuvo acertado para anular el gol. El Betis había logrado llegar con vida a los minutos finales gracias al equilibrio, al orden y a la contundencia. En el descuento llegó la jugada colectiva de la que el fútbol en general puede sentirse orgulloso. El desorden defensivo del Madrid propició la proeza, tras una jugada colectiva de más de un minuto de toque y más toque que concluyó en la frontal en las botas de Barragán. El lateral tenía junto a él a Boudebouz pero el coruñés lo vio claro y decidió asumir la responsabilidad, colocando un centro medido a la cabeza de Sanabria, que picó abajo y con violencia para hacer inútil la estirada de Navas. Solo hubo tiempo para desgañitarse y celebrar la gesta, una victoria en Chamartín que no acaecía desde hacía 19 años. El éxito es fruto del bloque, consistente y aguerrido, solidario y vertical, machacón y moderno. Ojalá y esto sea el comienzo de unos años gloriosos.

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