sábado, 16 de septiembre de 2017

Betis vs Deportivo de la Coruña (2-1)


   El RBB ha logrado esta tarde enlazar la segunda victoria consecutiva en el Benito Villamarín a costa de un triste Deportivo de la Coruña que se vio superado durante casi todo el encuentro por la mayor intensidad, frescura y empeño del conjunto heliopolitano. Le queda todavía mucho trabajo por delante al bueno de Quique Setién para lograr que su equipo desarrolle ese fútbol de pase y control que el técnico pretende, no obstante poco a poco el aficionado observa como los tan cacareados automatismos empiezan ha dar rendimiento en forma de victorias y puntos. Este Betis es muy distinto al de temporadas precedentes, casi todos los fichajes están dándole consistencia al grupo y cualidades como el empaque, la agresividad, la búsqueda de espacios o el toque de balón han regresado a Heliópolis tras muchos años de incomparecencia. Todo ello se debe en buena medida al acierto de la secretaría técnica encabezada por Lorenzo Serra Ferrer a la hora de elegir a los hombres que debían darle cuerpo al proyecto, sin olvidar el trabajo de Setién en el banquillo, cuya fe en el sistema está contagiando a propios y extraños.

   Setién optó de inicio por el once más utilizado en este comienzo de campeonato, con el único cambio de Narváez por Camarasa, que saldría al inicio del segundo tiempo. El colombiano volvió a ser titular pero evidenció una cierta bisoñez que le está impidiendo desplegar sus innegables cualidades. El Betis salió enchufado al choque, manejando con autoridad el ritmo del partido y desgastando al rival a base de posesiones dinámicas y eficientes. La medular se imponía al cuadro dirigido por Pepe Mel, que apostaba por esperar al rival en su campo pero al situar dos puntas en su esquema perdía solidez en la zona ancha. El conjunto verdiblanco, apoyado en la solidez de Javi García y Guardado, sacó partido de esta superioridad para acorralar al rival. Fruto de este dominio llegó la jugada del primer tanto bético, obra de Joaquín antes de que se rebasara el primer cuarto de hora de juego. El extremo, en estado de gracia, se aprovechó de la fragilidad de Pantilimón bajo palos para batir con la cabeza y prácticamente a placer al espigado meta rumano del Deportivo, en su intentó por despejar el remate inicial de Sergio León a pase de Barragán. Hasta el minuto 20 solo hubo un equipo sobre el terreno de juego, sin embargo a partir de ahí el Betis se desconectó y el conjunto gallego aprovechó una de las escasa situaciones de las que disfrutó a lo largo de todo el encuentro para deshacer la ventaja bética. Un disparo lejano de Borges se estrelló violentamente contra el larguero y en la continuación de la jugada Cartabia condujo con comodidad ante la pasividad de la zaga y disparó ajustado al palo izquierdo de Adán para devolver la igualada al electrónico. Tardó el Betis en recuperar el dominio y solo inquietó con alguna llegada aislada de Tello y Joaquín que concluyeron sin consecuencias. No dio para más el primer acto.

   Tras el paso por vestuarios el decorado no varió en exceso. Fue a raíz de la entrada de Camarasa, que sustituyó al lesionado Narváez, cuando el Betis se fue definitivamente a por el encuentro. Undiano Mallenco decretó penalti en la jugada en la que Durmisi acabó por los suelos pero el colegiado rectificó a instancias de su asistente y mostró la amarilla al lateral danés por supuestamente fingir la caída. El Depor volvió a la idea inicial de salir a la contra y el Betis trató de sacar partido a esa mayor posesión. A pesar del mayor empuje bético, resulta evidente que este equipo continúa adoleciendo de clarividencia en los metros finales, esa chispa que sea capaz de optimizar el rendimiento de todo el juego que se cocina en el remozado centro del campo. Sergio León volvió a tener un papel destacado y aunque apenas se prodigó en el remate a puerta realizó un estupendo derroche de fuerza y fue un constante dolor de cabeza para la zaga coruñesa. Restando un cuarto de hora para la conclusión, Guardado cortó un ataque coruñés y se encaminó con verticalidad hacía el marco rival, pleno de convicción. El centrocampista de Guadalajara extrajo de su chistera un extraordinario pase filtrado a la espalda de los zagueros que recogió Joaquín para batir de nuevo a Pantilimón con una brillante definición que desató la locura en la grada. El centro del mexicano fue sencillamente prodigioso, la magia que despiden las botas de este futbolista volvió a emerger  en el momento culminante, marcando esa diferencia que logra decantar los encuentros. Y qué decir de la llegada y definición Joaquín. El veterano atacante bético volvió a dejar constancia del fantástico inicio de campeonato que está cuajando, el más inspirado desde su regreso a Heliópolis. Salvo un remate al lateral de la red, tras la salida de un córner, el Deportivo no inquietó la meta de Adán y los puntos finalmente volvieron a quedarse en Villamarín, para gozo de los más de 45000 espectadores que volvieron a desalojar el coliseo bético felices y contentos por el resultado y por las maneras que este equipo está empezando a mostrar. 

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