El cuerpo técnico está agilizando también el capítulo de descartes aunque no de la forma más satisfactoria para las arcas del club. La web oficial acaba de informar de las desvinculaciones de Braian Rodríguez y Lolo Reyes, jugadores que llegaron procedentes del desconocido Huachipato chileno y han pasado con más pena que gloria por la entidad verdiblanca. El chileno, que jugó la última temporada cedido en tierras almerienses, tuvo más protagonismo y aunque fue de lo poco salvable de la ominosa temporada de los 25 puntos, su rendimiento nunca llegó a convencer. El ariete uruguayo apenas gozó de la confianza de los técnicos, ni en Villamarín ni en el Gremio, donde estuvo cedido la última temporada. Desconocemos si las rupturas de estos contratos habrán supuesto desembolso alguno, en cualquier caso vuelve a repetirse la misma forma en que futbolistas del club abandonan la disciplina verdiblanca, por la puerta de atrás y sin dejar ni un solo euro.
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
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