Miguel Torrecilla ha ofrecido este jueves antes los medios su particular análisis sobre la situación actual del equipo, una vez cubierto el segundo tercio de competición. En el marco de un desayuno de trabajo que procuraba cercanía con los asistentes, el actual director deportivo heliopolitano ha comparecido ante los medios apoyado en la tesis del "me agarro a un clavo ardiendo" y en intervenciones vacuas que solo pueden interpretarse como una desfachatez y una mofa al beticismo. El ejercicio de autocrítica, como temíamos, ha brillado por su ausencia y la mayoría de argumentos esgrimidos no han servido en modo alguno para responder a las cuestiones planteadas por los medios convocados. Torrecilla ha logrado encolerizar a todos esos aficionados que esperaban que esta cita sirviera para conocer de primera mano las medidas que iba a acometer la secretaría técnica para enmendar lo mediocres resultados alcanzados hasta ahora. Nada más lejos de la realidad. Torrecilla lo único que ha conseguido es inquietar y desalentar aún más al aficionado.
Uno de los titulares que se puede extraer de la adulterada presentación de Torrecilla es la ratificación de Víctor Sánchez del Amo como técnico para la próxima campaña, asunto que ya adelantó López Catalán recientemente. La continuidad en el banquillo, según el técnico salmantino, viene marcada por la búsqueda de estabilidad y continuidad, requisitos imprescindibles en un club que se ha acostumbrado a vivir en un estado de completa convulsión. Sin embargo, Torrecilla se olvida de los mezquinos resultados alcanzados hasta ahora y no los tiene en cuenta para valorar la continuidad del entrenador. Desconozco el porqué de tanta prisa para ratificar a VSDA, restando aún tantas jornadas para la finalización del curso. El atrevimiento de Torrecilla para restarle importancia a los resultados viene respaldado en las buenas sensaciones que ha demostrado el equipo durante la mayoría de partidos disputados. El objetivo marcado por el Consejo es a estas alturas de la competición prácticamente inabordable pero Torrecilla se escuda en unos pequeños detalles que puntualmente han condenado al equipo, insistiendo en que lo apropiado es centrarse en la buena imagen exhibida como línea general. Aterrador.
Torrecilla comenzó su intervención reconociendo que hay que mejorar de cara al último tercio de campeonato ya que, basándonos en la clasificación, no estamos en el lugar que nos gustaría. Sin embargo, salvo el encuentro de Granada, las sensaciones que ha dejado el equipo han sido óptimas y se ha podido ver a un equipo competitivo que siempre ha tenido opciones de imponerse. Alude Torrecilla también a las decisiones arbitrales para argumentar la posición en la tabla, estancados en tierra de nadie, a los mismos puntos del objetivo que del descenso. Esa sensaciones positivas que observa Torrecilla le hacen ser tremendamente optimista de cara al futuro inmediato.
En cuanto que los medios le preguntaron por el entrenador, Torrecilla aprovechó para confirmar que VSDA será quien dirija el banquillo la próxima temporada por la confianza que se tiene depositada en él a nivel deportivo y personal. También hizo mención Torrecilla al estado de las negociaciones para la renovación de Dani Ceballos y Adán, aclarando que en el caso del guardameta las conversaciones están más avanzadas que con el utrerano, con quien ha habido solo una primera reunión.
Torrecilla volvió a referirse a las ilusionantes sensaciones que a él le transmite el equipo, postura que a la inmensa mayoría de béticos y medios acreditados nos pareció irritante. Torrecilla se enrocó en esa postura para justificar el hecho de haber logrado una sola victoria en los últimos diez encuentros. Además, dejó claro que a pesar de haber alcanzado en este segundo tercio de campeonato una cifra similar de puntos a la lograda en la etapa de Poyet, con VSDA las sensaciones que exterioriza el equipo son bien distintas. Se atrevió incluso a dudar, lanzando la cuestión al aire, si el bético prefiere que el equipo esté mejor clasificado en la tabla aunque esas dichosas sensaciones fueran peores. Desvergüenza máxima.
Para Torrecilla, mucho de los refuerzos llegados esta temporada están poco a poco ofreciendo un rendimiento más sólido, aunque para el resto de mortales el único que realmente está justificando con buen juego la inversión efectuada es Durmisi. Torrecilla rehuyó de este análisis y emplazó a los asistentes a hacer valoraciones a final de temporada. En todo caso, Torrecilla volvió a referirse al crecimiento experimentado por el equipo del primer tercio al segundo, a pesar de que la supuesta mejoría no se haya traducido en puntos. De cara a los posibles refuerzos para la temporada próxima, recalcó que de momento no va a ofrecer detalles aunque ya se habla de un número que oscila entre los 3 y los 4 fichajes.
Cuando se le preguntó por Petros, Torrecilla afirmó que es muy positivo que un jugador así continúe en el proyecto ya que ayudará al crecimiento y a aumentar la competencia. En lo referente a Zozulya, expresó su malestar con respecto a las declaraciones del consejero Rafael Salas, que afirmó en Radio Sevilla que solo un necio vería que el ucraniano es jugador para el Betis. No quedó ahí la defensa que Torrecilla hizo de Zozulya ya que osó a justificar su presencia en el equipo con el hecho de haber sido convocado de nuevo por su selección. Por último, admitió que al delantero ucraniano se le está buscando acomodo en alguno de los mercados abiertos.
Torrecilla aprobó la decisión del Consejo de buscar un acuerdo extrajudicial en pos de alcanzar la ansiada estabilidad institucional. No quiso mojarse cuando le preguntaron por el juicio que Rubén Castro deberá afrontar en mayo.
En definitiva, aparición del director deportivo carente de enjundia donde Miguel Torrecilla desesperó con sus muestras de cinismo e indecencia. Son muchos a los que ha sorprendido esta tomadura de pelo en la que enmascarado su comparecencia. Por mi parte, Torrecilla ha perdido todo el crédito y no he dudado en tomar su intervención de hoy como un insulto a la inteligencia del bético. Seguramente con algunos lo consiga, más de los que pensamos. De lo contrario, sus días estarían acabados.
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