CD Mirandés vs Betis (0-0)

   Otra oportunidad perdida. Ni las medidas del campo ni el estado del césped deben servir de pretexto para lavar la imagen dada hoy por el conjunto de Mel. La derrota del Sporting nos servía en bandeja la posibilidad de situarnos en la tabla en posición de privilegio pero ni imponemos jerarquía ni infundimos temor a los rivales. Éstos, que tendrían que dispensarnos el respeto que nos otorga nuestro presupuesto, nuestro linaje y nuestra historia, se nos suben a las barbas y casi siempre ven cercana la opción de batirnos en el duelo. Lo dicho, otra ocasión desaprovechada. La imagen ofrecida en Anduva fue nefasta. Los pupilos de Carlos Terrazas se impusieron a unos acomplejados y mal colocados jugadores béticos que, desde el inicio, no fueron capaces dar encadenar dos pases seguidos. Ahogados en la presión del conjunto burgalés y condenados por su propia falta de precisión, los hombres de Mel no generaban peligro. Una aproximación de Rennella y un tímido remate de Portillo fue el escaso bagaje desplegado en la primera mitad. Molinero tuvo que ser reemplazado a los diez minutos de encuentro y Cejudo tuvo que ocupar su lugar, revelando abiertamente que ese no es su sitio natural. Un mal despeje del jugador de Puente Genil, cuando defendía el saque de una falta, estuvo a punto de sorprender a Adán, en la que fue la ocasión más clara de la primera mitad. El poste evitó que un horrendo RBB se hubiera marchado al vestuario por detrás en el marcador.

Superados.

   La segunda parte deparó un escenario similar. Una incursión por banda derecha de un desacertado Rubén Castro fue el limitado repertorio atacante que ofreció el equipo en el segundo acto. El CD Mirandés se fue creciendo a la vista de la inoperancia de su oponente y comenzó a colgar balones a su delantero Urko Vera, verdadera amenaza del cuadro mirandés. A la hora de partido Pepe Mel decidió mover ficha y sacó del terreno de juego a un desaparecido Ceballos, dándole la oportunidad al juvenil Fabián. No obstante, la estampa del equipo no cambió. En uno de los innumerables balones colgados al área, un firme y aseado Figueras concedió saque de esquina cuando el delantero local armaba su pierna para ejecutar a Adán. Minutos después, los mismos protagonistas y, aunque Vera consiguió elevarse por encima del zaguero bético, su testarazo se marchó a la izquierda del guardameta verdiblanco. A falta de un cuarto de hora Mel hacía debutar a Álex Alegría pero contar con un atacante más en el terreno no le concedió más opciones al equipo. Al contrario, el cuadro local siguió asediando la puerta defendida por Adán y el empate, que al inicio era considerado un mal resultado, se había convertido en un logro más que considerable a la vista de los méritos expuestos por unos y otros. Con el tiempo casi cumplido, el omnipresente Urko Vera perdonó, libre de marca, un balón que le llegó medido tras un saque de esquina magníficamente botado por Igor Martínez. El cabezazo se marchó incomprensiblemente por encima del marco y el aficionado respiró aliviado. Para colmo, el central Bruno era expulsado por doble amonestación y no podrá disputar el importante choque del próximo domingo ante el Real Valladolid. Deplorable imagen y situación de nuevo desperdiciada.

El punto se puede considerar muy bueno.