sábado, 14 de enero de 2017

Atlético de Madrid vs Betis (1-0)


   El RBB no ha podido cosechar esta tarde un resultado positivo en la que ha sido su última visita al Vicente Calderón, coliseo talismán que fue testigo de las dos victorias coperas que engalanan las vitrinas heliopolitanas. La victoria del cuadro colchonero se fraguó en los compases iniciales del encuentro,  cuando Gaitán se aprovechó de una desaplicación defensiva para anotar el tanto que a la postre sería definitivo. El aficionado bético asistió desesperado a la falta de empuje y claridad arriba de su equipo para arrebatarle al Atlético alguno de los puntos en juego. Los hombres de Víctor Sánchez del Amo fueron claramente de menos a más en el choque, sin embargo la digna y aceptable imagen ofrecida no puede ocultar en modo alguno la alarmante falta de mordiente en los metros finales, sobre todo cuando actúa de visitante. Los acercamientos a la meta de Moyá nunca llegaron a asfixiar a los locales y la cacareada mejoría lejos de Villamarín resultó un bagaje demasiado escaso para intentar pescar en uno de los feudos más difícil del viejo continente.  En definitiva, esta forma de competir solo da derecho a mantenerse en la categoría, clasificado en tierra de nadie, sin excesivos alardes ni sufrimientos, instalado en el terreno de la mediocridad. Es lícito opinar que el envite de esta tarde podría haberse saldado con un empate sin goles, a la vista de los méritos alcanzados por unos y otros, pero tampoco es desacertado esgrimir el incuestionable argumento de que el Betis se encontró esta tarde probablemente al peor Atleti desde que Simeone está al frente del banquillo rojiblanco. Lo cierto es que los locales supieron rentabilizar el tanto del ariete argentino, precisando después tan solo de las dosis habituales de orden para mantener la ventaja hasta la conclusión.

   Víctor recurrió una vez más a su esquema de cinco defensas, con Donk ocupando en la zaga el puesto del sancionado Bruno. Piccini recuperó la titularidad en el carril derecho a pesar de la nefasta temporada que está cuajando el lateral transalpino. En la zona ancha del terreno de juego  Brasanac reemplazaba a Petros, que cumplía también ciclo de tarjetas, acompañando a Jonas y Ceballos. Arriba era Alegría el que acompañaba a Castro, esperando en el banquillo el recuperado Joaquín una oportunidad junto al resto de convocados. El Betis intentó iniciar el partido jugando en campo propio pero un centro al corazón del área puso el marcador en contra, al convertirse un fallido despeje de Donk en una fantástica asistencia que Gaitán no desaprovechó llegando en el segundo palo. Piccini llegaba junto al estilete argentino pero la fragilidad defensiva del italiano quedó nuevamente puesta de manifiesto para desgracia del club que le paga. Tardó el Betis en reaccionar al mazazo pero cuando se rehizo logró manejar la posesión con cierta soltura, con un Dani Ceballos imperial que parece evolucionar partido a partido. Sin embargo, podemos contabilizar apenas una ocasión de cierta claridad de cara al marco de Moyá, cuando una buena llegada de Piccini acabó con el balón dentro del área en las botas de Álex Alegría. El extremeño no lo vio claro y se la cedió a Martin pero el disparo desde cerca del francés lo detuvo abajo el meta colchonero.

   El paso por vestuarios no modificó excesivamente el escenario. El Betis seguía bien plantado sobre el verde del Calderón e impedía que el Atlético generara ocasiones de peligro. A los veinte minutos de la reanudación Víctor decidió mover el banquillo, intentando solucionar a la palpable falta de verticalidad que acusaba el equipo. Joaquín reemplazó en el partido a Brasanac y Nahuel hizo lo propio con José Carlos, permuta que modificaba el dibujo a una defensa de cuatro. Sin embargo, los movimientos debilitaron al equipo, que apenas logró inquietar el marco rival. Ya en el tramo final del choque sería Zozulia el que dispuso de algunos minutos, ocupando el sitio de Alegría. Desgraciadamente, en estos compases finales fue el Atlético el que merodeó con más ansia la portería de Adán y los intentos por obtener un resultado positivo quedaron en nada. Un par de disparos lejanos de Castro son un pobre aval para discutirle el premio a los grandes. El desenlace previsible se produjo inexorablemente para darle la razón a los agoreros que apenas otorgaban opciones al Betis en la previa del encuentro y para tristeza de los muchos aficionados que se dieron hoy cita en el Vicente Calderón, estadio al que el club quiso homenajear. En el acto se le hizo entrega de un presente al cuadro local para reconocer la indudable importancia que el recinto rojiblanco madrileño tiene para el club de las Trece Barras. Asimismo, los rectores béticos invitaron al encuentro a varios representantes de los equipos que se proclamaron campeones en 1977 y 2005, destacando las figuras de Bizcocho, Biosca, López, Cardeñosa, García Soriano, Del Pozo, Campos, Lorenzo Serra Ferrer, Juanito, Rivas, Varela, Cañas, Dani y Arzu.

   

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