Pezzella se estrenó en la noche de hoy como goleador en la liga española |
Insuficiente empate el que ha logrado esta noche el RBB ante el Sporting de Gijón en el Benito Villamarín. En los minutos previos al choque se guardó un sentido minuto de silencio en señal de respeto al recientemente fallecido Trifon Ivanov, bravísimo defensa búlgaro que defendió la camiseta verdiblanca a comienzos de la década de los noventa. Seguramente, el equipo de Merino se ha hecho hoy acreedor a la victoria, sobre todo en la segunda parte, pero las carencias en la creación, la falta de intensidad táctica, los errores de bulto y los desaciertos arbitrales han privado a los locales de un premio mayor que hubiera acercado el objetivo de la permanencia. El técnico verdiblanco puso de inicio a los mismos hombres que empataron el pasado fin de semana ante el Deportivo, con la salvedad del lesionado Westermann, que fue reemplazado por German Pezzella.
No estuvo fino el Betis en el inicio del envite, superado por el conjunto asturiano en la medular. Los hombres de Abelardo no generaban peligro de cara a la puerta de Adán pero manejaban el partido a su antojo, superando a los locales en la posesión y en la circulación del balón. Por parte bética, los chispazos de Musonda y alguna acción aislada de Rubén Castro, fueron las propuestas en la parcela atacante, escaso bagaje para pretender dejar los puntos en juego en casa. N´Diaye y Petros realizan en cada partido un enorme despliegue físico, se entienden a la perfección el senegalés y el brasileño, pero de sus botas no puede iniciarse el juego creativo del equipo, por pura incapacidad técnica. Así las cosas, el juego de los Merino se hacía demasiado previsible, adoleciendo de una exasperante lentitud por la falta de ese jugador que dote de claridad en la creación. Con todo, Rubén Castro pudo adelantar a su equipo en la primera mitad, en una jugada embarullada en el área sportinguista, pero su disparo tropezó en el cuerpo de Van Wolfswinkel. Adán resolvió sin problemas los tímidos acercamientos rojiblancos y con este panorama lo normal es que los veintidós hombres que iniciaron el choque enfilaran el túnel de vestuarios con el empate inicial en el luminoso del coliseo heliopolitano.
En la segunda parte el Betis fue superior y, por ocasiones y juego, mereció alzarse con el triunfo final. Merino dio entrada a Joaquín al poco de iniciarse el segundo acto, ubicándose el portuense en la punta del ataque junto a Castro, en sustitución de un voluntarioso Van Wolswinkel que no entendió la permuta y abandonó el césped visiblemente contrariado. Los locales se mostraron mucho más verticales y comenzaron a arrinconar a su rival con continuos acercamientos. Sin embargo, una pérdida de balón de Kadir a la salida de un córner propició una rápida contra del Sporting, iniciada en las botas de Halilovic, el mejor de los asturianos. El croata puso un balón al espacio, habilitando la carrera de Carlos Castro que superó en velocidad a una desubicada cobertura verdiblanca y picó el balón con enorme clase para batir a Adán e inaugurar el marcador. Instantes después, ingresó en el campo Ceballos, que otorgó ciertas dosis de desborde y verticalidad al equipo. Afortunadamente, dos minutos después del gol del Sporting, Pezzella se adelantó a la defensa rival, tras el saque de una falta bien ejecutada por Vargas, y, con el exterior de su bota, logró introducir el esférico en la meta defendida por Cuéllar para devolver la igualada, resultado que a la postre sería definitivo. El central argentino va poco a poco demostrando el esfuerzo realizado por el club para hacer efectiva su contratación, mostrando firmeza y sobriedad en la línea defensiva. Tras el empate, los verdiblancos tuvieron varias ocasiones muy claras para haber desnivelado la contienda, sobre todo en las botas de Rubén Castro. Meré logró sacar bajo palos un remate del canario y el colegiado invalidó erróneamente un tanto al ariete verdiblanco por presunta posición antirreglamentaria, aunque la repetición de la jugada demostró que un defensa asturiano habilitaba la posición de Castro. Al final, tablas en el marcador, resultado que impide el despegue casi definitivo del Betis de Merino, equipo que a pesar de dar mejores sensaciones, con las mismas jornadas disputadas tiene un punto menos en el casillero que el de Mel.
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