La atención mediática se centra estos días de inactividad deportiva en la posibilidad real de que se concrete el acuerdo extrajudicial entre Manuel Ruíz de Lopera y la mayoría de plataformas denunciantes (Béticos por el Villamarín quedaría al margen ante la negativa de Hugo Galera), pacto por el que el ex presidente bético devolvería al club el tristemente célebre paquete mayoritario de acciones a cambio de una cifra que los medios ya se han aventurado a fijar en unos 14 millones de euros, correspondiendo 8 para el empresario del Fontanal y 6 para Luis Oliver. Parece ser que esta es la única solución para acabar con tantísimos años de secuestro judicial del club. Naturalmente, encontramos opiniones de todo tipo en torno a este movimiento, no son pocos los que abogan por llegar al final por la vía judicial pero tampoco faltan los que se inclinan por cerrar el acuerdo y que las acciones regresen a la entidad para poder dar inicio a una nueva era. Claro está, no resulta demasiado ético negociar con unos presuntos delincuentes, acusados de saquear y gestionar de forma negligente el club, pero no es menos cierto que el acuerdo parece la única solución para evitar el embotellamiento judicial que atora al club desde hace años. Otro asunto que despierta controversia es la supuesta repartición de esas acciones una vez que el pacto sea un hecho. Parece que la atomización del paquete mayoritario es una utopía y seguramente no les falte razón a aquellos que piensan que las acciones recaerán finalmente en tres o cuatro potentados, deseosos de alcanzar un acuerdo para ver hecho realidad su plan no tan oculto: perpetuarse en la poltrona. Por último, en caso de que las partes firmen el acuerdo, la junta extraordinaria prevista para el próximo 29 de junio perdería sentido y quedaría pospuesta, como ha reconocido el propio Rafael Salas. Las próximas semanas irán poniendo orden en todo este galimatías accionarial. Entre tanto, el aficionado aguarda movimientos desde la parcela deportiva en forma de incorporaciones. La confección de un equipo de garantías, eso es lo que debe interesar realmente a los béticos.
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