martes, 27 de enero de 2015

Antonio Adán, un Año en Verdiblanco

    Antonio Adán cumple hoy un año en las filas del RBB. El guardameta madrileño arribó la temporada pasada durante el mercado invernal y es, desde entonces, el incontestable inquilino del arco heliopolitano, tras el indigno y fugaz paso por el equipo de Stephan Andersen y Guillermo Sara. Ellos fueron los refuerzos en los que el cuerpo técnico había depositado la responsabilidad de salvaguardar la portería para la ilusionaste temporada del regreso a las competiciones continentales. El argentino llegó cedido procedente del At. Rafaela con una gran proyección, estando incluso en muchas quinielas como futurible para vestir la albiceleste. Andersen llegaba jalonado por su dilatada trayectoria y una internacionalidad indiscutible con la selección de su país. Sin embargo, ambas contrataciones resultaron ser un estrepitoso fiasco, sobre todo la del danés. Con este escenario, Adán se hizo de inmediato con la titularidad, jugando un total de 21 partidos, en los que encajó 34 goles (1,62 partidos), con una defensa de risa y un equipo hundido. En la presente temporada ha disputado la totalidad de los minutos ligueros (22 partidos), habiendo encajado 21 goles, es decir, algo menos de un tanto por partido.

      El rendimiento y la implicación del futbolista en el proyecto han sido muy tenidos en cuenta en las oficinas del club. Al poco de llegar renovó su contrato hasta 2.017, siendo este gesto muy apreciado por el aficionado ya que el meta conocía sobradamente, en el momento de la firma, que el club iba a consumar, antes o después, su descenso a segunda división. Además, no se dejó llevar por los rumores de traspaso que, a comienzos del curso presente, supuestamente llegaron a las oficinas del club. El jugador nunca forzó para abandonar la nave cuando pareció que de verdad algún equipo de primera estaba intentando su contratación.

      En su debe hay que señalar la actitud improcedente que tuvo en el cacareado affaire con Kike Burgos, en el que aireó sorpresivamente en un programa de radio su mala relación deportiva con el entonces entrenador de porteros. El club acabó despidiendo al técnico que había llegado de la mano de Velázquez y fue relevado por David Relaño, que ya había desempeñado la función la temporada anterior. Al final, el tiempo le ha dado la razón a Adán, si atendemos a los resultados, pero su forma de proceder, en mi opinión, debió de tener un castigo disciplinario más severo por parte de los mandamases béticos. Este injustificado episodio empañó el expediente del futbolista criado en el Real Madrid. Confiemos en que haya sido solo un lance aislado y que no se repita en el futuro ya que con su presencia en el equipo la puerta está cubierta con muchas garantías. 

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