Las cosas no marchan bien. Ni en lo institucional ni en lo deportivo. Seguimos notando muchas similitudes con el penoso equipo que descendió a segunda división. Los mandamases no parecen tenerlo claro o, lo que es peor, no dan la sensación de estar tomando las decisiones que más le convienen al club, pudiendo hacerlo. Tampoco demuestran tener el conocimiento para dirigir los designios de este club que ya está rondando los 30.000 abonados.
El equipo se ha dejado remontar ante un tercera división como el Marbella FC. Es cierto que es tiempo de probaturas, los esquemas están en construcción y deben ser imbuidos. Tal vez dramatizo demasiado por tener aún muy reciente el soberano batacazo de la temporada pasada. Lo cierto es que no lo veo claro. Me da por pensar que lo peor está todavía por llegar. Para colmo, Álvaro Vadillo se lesionó otra vez de gravedad. En fin, esperemos a contemplar el desenlace de los acontecimientos y que estos días en los que no encontramos ni nuevas caras ni nuevos bríos dé paso a otra que reconduzca la nave al sitio que la numerosa legión de fieles se merece.
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Noche negra en Marbella. Lectura negativa tras la derrota y grave lesión
de Vadillo
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