El club acaba de anunciar el acuerdo alcanzado con Petros para la ampliación de su contrato con la entidad heliopolitana hasta el año 2020. No han trascendido las cantidades que percibirá a partir de ahora el futbolista o la nueva cláusula de rescisión que tendría que depositar el club que quisiera llevárselo. El movimiento de la secretaría técnica ha suscitado el clásico debate en los foros acerca de la idoneidad o no de la renovación de un jugador que mantiene una excelente conexión con la grada a pesar de sus evidentes limitaciones técnicas, no obstante considero que la entrega demostrada desde su llegada en el verano de 2015 ha sido convenientemente premiada por los rectores béticos. Petros ha declarado tras la firma de su nuevo contrato que "estoy muy contento, un año más de contrato y he decidido estar aquí porque aquí está mi casa y voy a seguir trabajando para mejorar aún más la decisión de los responsables por cambiar la dinámica del Club”.
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
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