Como bien apuntó el genial @AtilaLadinsky cuando íbamos dos goles arriba en el marcador, lo tranquilo que estaría yo si no nos llamáramos #Betis… Cuantas veces hemos desperdiciado una ventaja, botín incluso más amplio que el que nos hemos llevado al vestuario en esta ocasión. Extraordinaria primera mitad en Pamplona. Enchufados desde el primer segundo, con profundidad e intensidad, mandones. El mejor RBB desde…a ver a ver que piense…seguramente desde aquel 3-1 en el Villamarín, ante el Valencia, en los compases iniciales de la pasada temporada, esa que no quiero mencionar. En definitiva, buen juego, buenas sensaciones y gran resultado.
Enésimo traspiés. |
El escepticismo, cuando del Betis se habla, es una señal palpable de conocimiento, de experiencia y casi de asco. El que siento ahora mismo, el que me invita a proferir exabruptos para definir la ralea de mi equipo. Dos caras bien distintas las exhibidas en esta mañana de domingo pero la que se queda para la posteridad es la de tonto.
Del sueño a la pesadilla, de callar bocas a la necesaria destitución. Del primoroso primer tiempo hemos pasado, a balón parado, a un escarnio, a un horror, a un terrorífico desenlace que nos ha dejado a todos sin aliento. ¿Ahora qué? ¿Culpa de quién? Se hace difícil esperar un cambio de tornas a lo largo de la temporada. No es nuevo que nos remonten, es habitual que el bochorno se prolongue y que el viento sople en contra. Albergo pocas esperanzas después del enésimo ridículo.
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