Dentro de los actos encuadrados en el 45 aniversario del debut de Paco Bizcocho como futbolista del RBB, el club ha rendido este mediodía un merecido homenaje al jugador coriano descubriendo el espacio que se le ha reservado en el Muro de las Leyendas. Durante el acto del descubrimiento del triángulo, en el que el mítico jugador estuvo acompañado de su familia y de otros compañeros como Cardeñosa, Rogelio, Esnaola o García Soriano, Ángel Haro quiso dedicar unas palabras al legendario jugador, poniendo sobre todo énfasis en la entrega, honestidad y pundonor que siempre demostró Bizcocho durante todas las temporadas que defendió al conjunto de las Trece Barras, el único equipo a lo largo de toda su carrera.
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
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