José Juan Romero, técnico del Betis Deportivo, ha prolongado su vinculación con el RBB hasta junio de 2019. El gerenero recaló en Heliópolis en febrero de 2016 para intentar salvar al equipo de un descenso casi seguro, algo que no logró. Sin embargo, la reacción que experimentó el equipo bajo su mando fue aval suficiente para lograr la renovación y ser el encargado de liderar el objetivo del ascenso. Desde entonces el filial ha adquirido un sello inconfundible de fútbol vistoso y efectivo que coronó al final de la pasada temporada con el merecido premio del regreso a segunda B. Romero ha comparecido junto a Serra Ferrer y ha declarado sentirse inmensamente feliz por continuar su carrera en el club que quiere, marcándose como objetivo estar lo más arriba posible durante la presente temporada, la del retorno a la división de bronce del fútbol español, en la que el equipo ha comenzado con altibajos y se encuentra situado en la zona media de la tabla.
Beticada
Fue aquella larga y cálida noche de verano, allá por el año 1977. El Real Betis Balompié logró coronarse campeón de la primera Copa del Rey, tras derrotar contra todo pronóstico a un rutilante Athletic de Bilbao. Aquella gesta afianzó ese Manquepierda inherente al club de las Trece Barras, ese aire mágico de una sociedad de ascendencia inequívocamente masónica. Nada de conformismo, siempre a por la victoria, incluso cuando los astros señalan que no es el día.
lunes, 2 de octubre de 2017
domingo, 1 de octubre de 2017
Real Sociedad vs Betis (4-4)
Espectacular encuentro de fútbol el que han ofrecido esta lluviosa matinal de domingo Real Sociedad y Betis en el estadio de Anoeta. El reparto de puntos no ha debido dejar satisfecho a ninguno de los dos equipos pero es a buen seguro el resultado más justo de todos los posibles a la vista del hermoso intercambio de golpes con el que se ha zanjado este choque de la séptima jornada. El aficionado bético exigente se lamentará al comprobar como su equipo ha anotado cuatro goles fuera de casa y no ha podido llevarse todo el botín en juego, teniendo en cuenta además que los verdiblancos lograron ponerse hasta en tres ocasiones en franquicia en el marcador. No es menos cierto que los hombres de Setién tenían hoy en frente a un duro rival que lleva varias temporadas instalado en las zonas nobles de la tabla y que son los béticos precisamente los que han experimentado una notabilísima transformación y pretenden hacerse un hueco en la pomada. La exigencia está muy bien, pudo haberse ganado pero también podría haber regresado la expedición de vacío a Sevilla. Lo que no le pueden quitar al aficionado bético es el orgullo de ver como el equipo sale a competir en todos los campos, desplegando un fútbol espectacular y haciendo soñar a una hinchada que llevaba aletargada en la mediocridad durante muchos años.
Setién dispuso un once con los habituales en la zaga, Javi García, Guardado, Joaquín y Fabián en la zona ancha y Sanabria como hombre más adelantado. Parece el cántabro haberse decantado por las virtudes del paraguayo en la punta del ataque, tal vez con unas condiciones más idóneas para su esquema de juego que las de Sergio León. El encuentro comenzó, transcurrió y finalizó a un ritmo frenético, de ida y vuelta, donde el ataque se impuso casi siempre a las defensas. Este aspecto del juego es seguramente el que le ha concedido al choque el alto grado de vistosidad pero también el que no ha dejado satisfecho ni a los técnicos ni a los aficionados de uno y otro equipo. El Betis golpeó primero a los cinco minutos. Antes pudimos contabilizar un par de llegadas al área por parte de ambos contendientes pero fue Sanabria el que abrió el marcador. La jugada la inició Barragán en banda derecha, Guardado le dio continuidad tras recuperar el rechace de la zaga realista y enlazó con Fabián. El palaciego dibujó desde la frontal un perfecto pase a la espalda de los centrales que Sanabria, en posición correcta, acomodó con la derecha y apuntilló con la izquierda. Fabián volvió a dejar constancia de su fabulosa progresión con el pase filtrado mientras que Sanabria ejecutó un movimiento de muchos quilates y volvió a dejar constancia de sus innegables dotes de killer del área. No se conformaron los locales con el resultado y se fueron sin concesiones a por el empate. Primero fue Zurutuza, de tiro lejano, el que probó fortuna y poco antes del cuarto de hora sería William Jose, esta vez con más puntería, el que cabeceó picado un servicio desde la derecha que batió a Adán tras desviar Barragán la trayectoria del balón en su intento de rechace. El conjunto donostiarra siguió intentándolo hasta que en el minuto 25 de nuevo William Jose conectó en línea de fondo con Kevin Rodrigues de formidable taconazo, el francés se internó en el área y asistió a Oyarzabal que rompió las redes para desnivelar la contienda. El gesto del brasileño, de gran plasticidad, superó la presión de Joaquín y Barragán pero no parece tan comprensible que Oyarzabal rematara tan solo en el interior del área. Afortunadamente, este Betis sabe digerir los golpes gracias a su gran efectividad y a tener mimbres para el balón parado. Así llegó el empate a dos, tras cabecear Feddal con decisión un córner botado por Guardado. La jugada estaba precedida por un fantástico centro de Fabián que desbarató in extremis la zaga, dejando a Sanabria con el gesto del remate dibujado en el cuerpo. El resto del primer acto continuó por los mismos derroteros, la Real hacía daño por banda y el Betis se plantaba con suficiencia en las inmediaciones del área rival, toma y daca sin descanso en un primer tiempo memorable que dejó las espadas en todo lo alto.
El paso por la caseta no detuvo la agitación, ni mucho menos. Antes de cumplirse el primer minuto de la reanudación el Betis volvió a mover el marcador. Joaquín definió a la perfección la inmensa asistencia filtrada por Guardado, que se deshizo en la medular de Illaramendi con un giro espectacular. El mexicano puso el balón en largo para la carrera del portuense, que concretó por abajo ante la salida de Rulli. Como ocurriera en la primera mitad, el Betis no pudo aguantar demasiado con ventaja en el marcador y a los diez minutos llegó de nuevo el empate, obra de Xabi Prieto, que remató a placer un centro en semifallo de Juanmi. El atacante malagueño de la Real se presentó en el corazón del área tras recoger un balón en largo de Zurutuza y su centro, que buscaba realmente a William Jose, encontró la posición habilitada del diez realista, que solo tuvo que empujar el balón ante la desesperada estirada de Adán. Instantes después sería de nuevo Zurutuza el que lo intentaría, esta vez desde la frontal, pero el chut intencionado del atacante franco-español se encontró con la portentosa estirada de Adán, que, esta vez si, deshizo el peligro. Con el empate a tres en el marcador, el juego siguió transcurriendo bajo el mismo esquema kamikaze de dos equipos arrojados directamente a la victoria que no se conformaban con el punto que detentaban en ese momento. Joaquín fue el primero en abandonar el encuentro, dejando su sitio a Francis. El capitán verdiblanco cuajó un notable encuentro pero Setién buscaba fuerza y frescura por banda, que era donde sufría el equipo. Poco después sería Sanabria el sacrificado, dando el técnico minutos a Sergio León. Todo un acierto del cántabro ya que el equipo encontró en velocidad en las contras con la presencia del cordobés en el terreno de juego. A falta de diez minutos para la conclusión, Fabián controló en zona defensiva y encontró con su portentoso centro la carrera de Sergio León, que aguantó los empujones del zaguero y definió por alto y con maestría ante la salida de Rulli para anotar el cuarto. Nos las prometíamos felices pero a la jugada siguiente Llorente cabeceó con violencia a la salida de un córner y estableció una nueva igualada. Remató muy solo el central madrileño criado en las categorías inferiores del Real Madrid y nada pudo hacer Adán por evitar el tanto. Javi García, tras sufrir un encontronazo con Zurutuza, tuvo que dejar su sitio a Narváez. Esperemos que el golpe no transcienda a mayores ya que el de Mula es pieza fundamental para este Betis. Todavía tuvo tiempo el Betis de asestar un nuevo golpe pero Sergio León no le dio demasiada potencia a su remate, tras deshacerse de Rulli en la salida. Posteriormente, el meta argentino atinó a desviar a córner el lanzamiento del ariete de Palma del Río en el saque de una falta que Llorente había cometido sobre el propio delantero bético y por la que el defensor debió haber visto tarjeta roja al impedir una ocasión manifiesta de gol. Sea como fuere, el marcador ya no se movió más. Lo intentó el conjunto local en los cinco minutos de descuento pero el empate a cuatro sería el resultado definitivo. Punto muy trabajado del Betis, que pudieron ser tres o ninguno pero que mantendrá a los verdiblancos en puestos europeos a la finalización de la jornada. Tiempo habrá de reflexionar durante este nuevo parón de selecciones, eso si, con el buen sabor de boca que dejan el buen juego desplegado y los puntos en el casillero.
Setién dispuso un once con los habituales en la zaga, Javi García, Guardado, Joaquín y Fabián en la zona ancha y Sanabria como hombre más adelantado. Parece el cántabro haberse decantado por las virtudes del paraguayo en la punta del ataque, tal vez con unas condiciones más idóneas para su esquema de juego que las de Sergio León. El encuentro comenzó, transcurrió y finalizó a un ritmo frenético, de ida y vuelta, donde el ataque se impuso casi siempre a las defensas. Este aspecto del juego es seguramente el que le ha concedido al choque el alto grado de vistosidad pero también el que no ha dejado satisfecho ni a los técnicos ni a los aficionados de uno y otro equipo. El Betis golpeó primero a los cinco minutos. Antes pudimos contabilizar un par de llegadas al área por parte de ambos contendientes pero fue Sanabria el que abrió el marcador. La jugada la inició Barragán en banda derecha, Guardado le dio continuidad tras recuperar el rechace de la zaga realista y enlazó con Fabián. El palaciego dibujó desde la frontal un perfecto pase a la espalda de los centrales que Sanabria, en posición correcta, acomodó con la derecha y apuntilló con la izquierda. Fabián volvió a dejar constancia de su fabulosa progresión con el pase filtrado mientras que Sanabria ejecutó un movimiento de muchos quilates y volvió a dejar constancia de sus innegables dotes de killer del área. No se conformaron los locales con el resultado y se fueron sin concesiones a por el empate. Primero fue Zurutuza, de tiro lejano, el que probó fortuna y poco antes del cuarto de hora sería William Jose, esta vez con más puntería, el que cabeceó picado un servicio desde la derecha que batió a Adán tras desviar Barragán la trayectoria del balón en su intento de rechace. El conjunto donostiarra siguió intentándolo hasta que en el minuto 25 de nuevo William Jose conectó en línea de fondo con Kevin Rodrigues de formidable taconazo, el francés se internó en el área y asistió a Oyarzabal que rompió las redes para desnivelar la contienda. El gesto del brasileño, de gran plasticidad, superó la presión de Joaquín y Barragán pero no parece tan comprensible que Oyarzabal rematara tan solo en el interior del área. Afortunadamente, este Betis sabe digerir los golpes gracias a su gran efectividad y a tener mimbres para el balón parado. Así llegó el empate a dos, tras cabecear Feddal con decisión un córner botado por Guardado. La jugada estaba precedida por un fantástico centro de Fabián que desbarató in extremis la zaga, dejando a Sanabria con el gesto del remate dibujado en el cuerpo. El resto del primer acto continuó por los mismos derroteros, la Real hacía daño por banda y el Betis se plantaba con suficiencia en las inmediaciones del área rival, toma y daca sin descanso en un primer tiempo memorable que dejó las espadas en todo lo alto.
El paso por la caseta no detuvo la agitación, ni mucho menos. Antes de cumplirse el primer minuto de la reanudación el Betis volvió a mover el marcador. Joaquín definió a la perfección la inmensa asistencia filtrada por Guardado, que se deshizo en la medular de Illaramendi con un giro espectacular. El mexicano puso el balón en largo para la carrera del portuense, que concretó por abajo ante la salida de Rulli. Como ocurriera en la primera mitad, el Betis no pudo aguantar demasiado con ventaja en el marcador y a los diez minutos llegó de nuevo el empate, obra de Xabi Prieto, que remató a placer un centro en semifallo de Juanmi. El atacante malagueño de la Real se presentó en el corazón del área tras recoger un balón en largo de Zurutuza y su centro, que buscaba realmente a William Jose, encontró la posición habilitada del diez realista, que solo tuvo que empujar el balón ante la desesperada estirada de Adán. Instantes después sería de nuevo Zurutuza el que lo intentaría, esta vez desde la frontal, pero el chut intencionado del atacante franco-español se encontró con la portentosa estirada de Adán, que, esta vez si, deshizo el peligro. Con el empate a tres en el marcador, el juego siguió transcurriendo bajo el mismo esquema kamikaze de dos equipos arrojados directamente a la victoria que no se conformaban con el punto que detentaban en ese momento. Joaquín fue el primero en abandonar el encuentro, dejando su sitio a Francis. El capitán verdiblanco cuajó un notable encuentro pero Setién buscaba fuerza y frescura por banda, que era donde sufría el equipo. Poco después sería Sanabria el sacrificado, dando el técnico minutos a Sergio León. Todo un acierto del cántabro ya que el equipo encontró en velocidad en las contras con la presencia del cordobés en el terreno de juego. A falta de diez minutos para la conclusión, Fabián controló en zona defensiva y encontró con su portentoso centro la carrera de Sergio León, que aguantó los empujones del zaguero y definió por alto y con maestría ante la salida de Rulli para anotar el cuarto. Nos las prometíamos felices pero a la jugada siguiente Llorente cabeceó con violencia a la salida de un córner y estableció una nueva igualada. Remató muy solo el central madrileño criado en las categorías inferiores del Real Madrid y nada pudo hacer Adán por evitar el tanto. Javi García, tras sufrir un encontronazo con Zurutuza, tuvo que dejar su sitio a Narváez. Esperemos que el golpe no transcienda a mayores ya que el de Mula es pieza fundamental para este Betis. Todavía tuvo tiempo el Betis de asestar un nuevo golpe pero Sergio León no le dio demasiada potencia a su remate, tras deshacerse de Rulli en la salida. Posteriormente, el meta argentino atinó a desviar a córner el lanzamiento del ariete de Palma del Río en el saque de una falta que Llorente había cometido sobre el propio delantero bético y por la que el defensor debió haber visto tarjeta roja al impedir una ocasión manifiesta de gol. Sea como fuere, el marcador ya no se movió más. Lo intentó el conjunto local en los cinco minutos de descuento pero el empate a cuatro sería el resultado definitivo. Punto muy trabajado del Betis, que pudieron ser tres o ninguno pero que mantendrá a los verdiblancos en puestos europeos a la finalización de la jornada. Tiempo habrá de reflexionar durante este nuevo parón de selecciones, eso si, con el buen sabor de boca que dejan el buen juego desplegado y los puntos en el casillero.
lunes, 25 de septiembre de 2017
Betis vs Levante UD (4-0)
El RBB ha goleado esta noche al Levante UD (4-0) después de una segunda parte memorable en la que el bloque adiestrado por Quique Setién pasó por encima de un dignísimo rival, un bloque bien asentado que no pudo hacer frente al aluvión que se le vino encima. Fiel a sus señas de identidad, practicando un fútbol profundo basado en toque y más toque, circulación rápida, contundencia y efectividad de cara al marco, el Betis aniquiló al cuadro de Orriols en los primeros veinte minutos del segundo acto, dejando el resto para deleite de su fiel infantería. El aficionado bético se está acostumbrado esta temporada a vivir momentos de gloria balompédica, sensación que no se saboreaba por estos lares desde hacía muchísimos años, demasiados para una entidad tan grande en lo social. Más de 48.000 espectadores se dieron cita esta noche de lunes a ver a su equipo. Podrían haberlo visto por televisión pero se empeñaron de nuevo en convertir el remozado Benito Villamarín en una auténtica caldera a presión. Esta fidelidad se vio recompensada con un portentoso despliegue de autoridad exhibido, haciéndose acreedor el club de las Trece Barras por fin al enorme cariño de los suyos. Todas las dudas suscitadas en la previa con las rotaciones, los automatismos, los cambios de sistema y cualquier otra fantochada que se nos haya ocurrido para intentar describir la valiente propuesta de Setién han saltado de nuevo por los aires tras la esplendorosa clase maestra desplegada sobre el rectángulo de juego. El técnico cántabro desenrolló su plan a la perfección, huyendo de la euforia desatada tras la histórica victoria en el Bernabéu y destrozando a un rival que llegaba invicto a Heliópolis.
Como viene siendo habitual, los que juegan a adivinos erraron en las cábalas para el once inicial. Y parece que van a seguir haciéndolo. Adán defendía el marco, aunque esta noche fue un espectador más; Amat entró en el puesto de Feddal, que vio el encuentro desde el banquillo. Como era de prever, Fabián reemplazó al lesionado Camarasa, formando medular junto a Javi García y Guardado. Joaquín jugaba a pierna cambiada pegado a la cal y arriba formaban Sanabria y Sergio León. Sorprendió a todos la aparición de ambos atacantes desde el comienzo, cierto es que era la primera vez que el preparador bético utilizaba este dibujo. El primer tiempo fue anodino, de juego lento, sin ocasiones de peligro. El Betis se empeñaba en manejar posesiones largas y el Levante aguardaba atrás intentando cazar una contra o aprovecharse de un error. Guardado casi siempre jugaba de espaldas al marco, Fabián filtraba pocos pases y Javi García se incrustaba entre los centrales, que jugaban abiertos. Los carrileros apenas comparecían en parcelas atacantes y el equipo se resentía. Creo que no le venía demasiado bien al equipo que Joaquín jugara por la izquierda cuando el portuense donde hace daño de verdad es por su banda natural. En el tramo final del primer tiempo se pudo ver lo mejor del equipo en ataque gracias a un par de centros al balcón del área que se quedaron en nada. Sergio León estuvo a punto de convertir la situación más clara de los primeros cuarenta y cinco minutos pero su zapatazo se estrelló contra el lateral de la red. En definitiva, la falta de claridad en los metros finales de los verdiblancos propició que se llegará al descanso con el empate inicial, con un rival enfrente que prefería parapetarse. El cuadro valenciano interpreta perfectamente el discurso futbolístico planteado por su técnico, Juan Ramón López Muñiz, responsable de las buenas prestaciones mostradas hasta ahora por este recién ascendido.
Tras el paso por vestuarios llegó la apoteosis verdiblanca. Del fútbol espeso se pasó al colorismo. A los dos minutos de la reanudación Sanabria logró abrir la lata, cabeceando a la red con suficiencia un perfecto servicio telegrafiado desde la derecha por Sergio León. La jugada es un prodigio de control, toque, velocidad y verticalidad en la que el equipo mostró de forma coral virtudes que autorizan forzosamente a soñar. La grada, disfrutaba de lo lindo, alborozada, frotándose los ojos, ajena a lo que estaba por venir. Exultantes, sin habernos todavía recuperado de la alegría provocada por ese prodigio de gol que puso al Betis en franquicia en el marcador, asistimos a otra jugada para enmarcar. Más de dos minutos de posesión, treinta y tantos toques y la guinda del golazo de Fabián. El palaciego, un futbolista al que su cesión en Elche lo ha transformado absolutamente, condujo el balón hasta frontal a ritmo vertiginoso, zancada majestuosa y con toda la mordiente del mundo, culminando su galopada con un tiro cruzado que hizo imposible la estirada de Raúl. Fabián celebró el gol por todo lo alto para terminar fundiéndose en un emotivo y esclarecedor abrazo con Setién, que había acudido con la sonrisa de un niño a celebrar el tanto con sus hombres. El Levante por entonces era un juguete desmadejado y el Betis rayaba a una altura superlativa. La medular, liderada imperialmente por Javi García, uno de los mejores cinco que uno ha tenido la oportunidad de ver en su vida, manejaba el choque a su antojo. Si por algo se está definiendo este equipo es por la ausencia de relajación y en esta ocasión no fue distinto. Siguió el Betis buscando huecos en la ya mermada estructura levantinista y al poco de superarse la hora de partido Sergio León remachó a placer el excelente pase filtrado por Durmisi desde la izquierda. El danés penetró como cuchillo en mantequilla, volviendo a dejar muestras de esa velocidad endiablada que atesora en las piernas, y habilitó con brillantez al delantero de Palma del Río, que no perdonó en boca de gol. Partido visto para sentencia. Por entonces, Rafa Navarro había sustituido a Barragán, que rayó a un nivel extraordinario, y posteriormente fue el turno de Tello y Nahuel, que reemplazaron a Joaquín y Sergio León, que abandonaron el partido bajo una estruendosa ovación. A punto estuvo Nahuel de hacer el cuarto pero el arquero granota anduvo esta vez atinado para desbaratar el peligro. En el descuento, Sanabria volvería a ver puerta, culminado otra excelente jugada personal de Fabián, un coloso en la noche de hoy. Valoraciones tácticas al margen, Setién está logrando enchufar a todo el plantel, nadie desentona, ni técnica ni anímicamente. No parece demasiado meritorio lograr que los muchos jugadores buenos que han llegado este verano rindan a este nivel pero lo que nadie podrá discutirle al santanderino es la capacidad para hacer grandes a los que no parecían serlo hasta ahora, algo que pocos imaginaban. Pies al suelo, que no pare la fiesta.
miércoles, 20 de septiembre de 2017
Real Madrid vs Betis (0-1)
Noche de júbilo, alegría desbordada en el corazón de los béticos, triunfo histórico en el Santiago Bernabéu. El coliseo de la Castellana enmudeció poco antes del minuto 94, justo cuando Sanabria descosió el esférico con un testarazo que quedará grabado en la retina de la afición verdiblanca durante muchos años. El gol del ariete paraguayo llegó cuando ya no había tiempo para la reacción del todopoderoso conjunto capitalino y vino a culminar la impresionante exhibición coral del equipo, empezando por el técnico, que ofreció una cátedra en el planteamiento del choque, y concluyendo por los hombres que hoy no contaron con minutos. Quique Setién, valiente y confiado en sus posibilidades, puso en escena un bloque con varios cambios, tal y como había anunciado en la previa. Joaquín y Guardado, protagonistas principales de la victoria del pasado sábado ante el Deportivo, se quedaron en el banquillo, ocupando sus puestos los canteranos Francis y Fabián. El cántabro ha dejado claro en sus distintas intervenciones ante la prensa que las rotaciones se antojan esenciales para preservar el físico de los más veteranos, situación que no debe disminuir las prestaciones del equipo si logra que los menos habituales adquieran un firme compromiso con la causa a base de concederles la debida relevancia. Por su parte, Sanabria ocupó el sitio que hasta el momento está siendo propiedad de Sergio León y el ariete de San Lorenzo dejó en buen lugar al entrenador, al cuajar una actuación memorable coronada por el fantástico gol de la victoria cuando el cronómetro languidecía.
Como viene siendo habitual en estas primeras jornadas del campeonato que acaba de comenzar, el Betis salió bien plantado al terreno de juego, protagonista en el manejo del balón y del juego colectivo, mandón, con jerarquía y tensión, competitivo, tan distinto al de temporadas anteriores. En frente estaba el actual campeón de Europa. Zidane alineó a su once de gala, una vez concluida la sanción de cinco partidos impuesta a Ronaldo y con la vuelta de Marcelo al lateral izquierdo. Fue el Betis el que lo intentó primero. Antes de alcanzar el minuto 3 Sanabria pudo haber inaugurado el marcador pero su disparo fue despejado bajo palos por Carvajal, casi sin querer. En la continuación de la jugada, Fabián conectó en el interior del área con Camarasa pero el disparo del valenciano fue blocado abajo por Keylor Navas. Ronaldo, muy desacertado toda la noche, replicó a los 10 minutos con un taconazo que culminaba una buena jugada iniciada en el flanco izquierdo, pero el balón fue desviado a córner por Javi García. La jugada fue protestada por el portugués y buena parte de la grada, ya que el centrocampista de Mula se valió del hombro para deshacer el peligro, si bien Mateu Lahoz no observó nada punible en el lance. Los verdiblancos no estaban de turismo en la capital del reino. Camarasa volvió a intentarlo al cuarto de hora pero su disparo lejano se perdió ligeramente por encima de la cruceta. El ritmo de la contienda era frenético, el intercambio de golpes hacía las delicias del espectador. Modric condujo con mucha verticalidad hasta el área pero su remate se estrelló contra el lateral de la red. Feddal y Mandi le cerraron la línea de pase al croata, que tuvo que disparar al palo de Adán, quedando en nada una situación que podría haber significado el primer tanto de la noche. Superados los 20 minutos fue de nuevo Modric el que remató ligeramente por encima del larguero, finalizando el buen servicio desde la derecha de Carvajal. No había descanso para la zaga bética. Adán tuvo que emplearse a fondo para detener abajo el intencionado remate de Cristiano, que pateó de primera la cesión de Bale, situado a su derecha. A la media hora de juego Casemiro tuvo idéntica suerte al cabecear desviado el centro colgado por Bale desde la derecha. En este toma y daca en el que se había convertido el encuentro, ahora llegó el turno de las Trece Barras. Fabián, aprovechándose de un error garrafal de Carvajal en el saque lateral, estuvo a punto de ver puerta pero una estirada prodigiosa de Navas se interpuso en las intenciones del canterano. El palaciego realizó una exhibición portentosa, demostrando una vez más que su carrera puede estar experimentando un salto cualitativo muy interesante. Posteriormente llegó el turno de Isco pero Adán estuvo acertado para desviar a córner el disparo del malagueño y deshacer la más clara situación merengue para haber inaugurado el electrónico. Guardado tuvo que reemplazar a Camarasa, con molestias musculares, poco antes del descanso. En los estertores de este primer acto Ronaldo probó suerte pero su lanzamiento con pierna derecha fue rechazado por Mandi. Aun tendría tiempo el astro lusitano de abrir el marcador pero se trastabilló en el momento de engatillar y la ocasión se perdió. No dio para más este intenso primer tiempo.
Tras el paso por vestuarios, el conjunto local salió decidido a por la victoria. Cristiano siguió intentándolo de cara al marco pero como sucediera en la última jugada de la primera mitad, el ariete portugués se resbaló instantes antes de embestir. Instantes después desperdició la enésima situación ventajosa, marchándose el balón a la grada cuando el siete blanco lo tenía todo para marcar, malogrando de este modo el fantástico centro de Bale desde el costado izquierdo en una contra iniciada en la medular con mucha categoría por Isco. No era la noche de la estrella madridista y mostraba sin complejos su desesperación. Sufría el Betis en estos compases iniciales de la reanudación. En una acción aislada, Francis se presentó solo ante Navas pero su remató se fue arriba cuando tal vez lo más fácil era marcar. El colegiado había aplicado la ley de la ventaja en la falta cometida por Marcelo sobre Sanabria, a quien iba dirigido el desplazamiento en largo, el balón siguió su curso y habilitó la carrera del canterano de Coín pero le pudo la presión, algo incordiado por la presencia siempre molesta de Varane, y mando el esférico por encima del larguero. El partido se convirtió a partir de entonces en un monólogo blanco en ataque. Ronaldo, negado ante el marco, culminó con un centro su internada por la izquierda y Carvajal remató algo forzado y el balón se estrelló contra el exterior del palo izquierdo. A punto de alcanzarse la hora de partido, el juego se detuvo para atender a Mandi, que sufrió un pisotón de Ronaldo en la pugna que mantuvieron ambos por el balón. Boudebouz dispuso de media hora para ir cogiendo el ritmo, ocupando el sitio de Francis. No estuvo afortunado el argelino, que intentó muchas cosas pero se le notó demasiado la inactividad. Ronaldo, muy activo a pesar de sus constantes desatinos, reclamó un inexistente penalti cuando trataba de conectar el inverosímil pase de Bale. Barragán sufrió un golpe en la cabeza en una jugada embarullada en el área bética y el juego tuvo que detenerse de nuevo para que el lateral fuera atendido. El tiempo transcurría muy lentamente para el aficionado bético. Adán apareció de nuevo para mantener a su equipo con vida, desviando con la punta de la manopla izquierda el disparo lejano de Kross. Al poco de salir al terreno de juego, Asensio condujo hasta el interior del área pero su pase fue rematado arriba por un exasperado Ronaldo. Un centro de Lucas Vázquez desde el flanco derecho, que también acababa de ingresar en el partido, fue rematado de forma asombrosa por Bale pero el taconazo del galés se quedó sin premio gracias al palmeo de Adán y a la colaboración inestimable del poste. Mayoral, última permuta de Zidane en el encuentro, culminó un pase filtrado de Bale pero Adán, de nuevo el meta madrileño del Betis, deshizo el peligro con una atinada salida. En el último minuto del choque volvió a comparecer el Betis en área rival. Guardado apareció algo escorado en la frontal y Sanabria, en situación claramente adelantada, mandó el esférico al fondo d ellas mallas. El asistente estuvo acertado para anular el gol. El Betis había logrado llegar con vida a los minutos finales gracias al equilibrio, al orden y a la contundencia. En el descuento llegó la jugada colectiva de la que el fútbol en general puede sentirse orgulloso. El desorden defensivo del Madrid propició la proeza, tras una jugada colectiva de más de un minuto de toque y más toque que concluyó en la frontal en las botas de Barragán. El lateral tenía junto a él a Boudebouz pero el coruñés lo vio claro y decidió asumir la responsabilidad, colocando un centro medido a la cabeza de Sanabria, que picó abajo y con violencia para hacer inútil la estirada de Navas. Solo hubo tiempo para desgañitarse y celebrar la gesta, una victoria en Chamartín que no acaecía desde hacía 19 años. El éxito es fruto del bloque, consistente y aguerrido, solidario y vertical, machacón y moderno. Ojalá y esto sea el comienzo de unos años gloriosos.
Como viene siendo habitual en estas primeras jornadas del campeonato que acaba de comenzar, el Betis salió bien plantado al terreno de juego, protagonista en el manejo del balón y del juego colectivo, mandón, con jerarquía y tensión, competitivo, tan distinto al de temporadas anteriores. En frente estaba el actual campeón de Europa. Zidane alineó a su once de gala, una vez concluida la sanción de cinco partidos impuesta a Ronaldo y con la vuelta de Marcelo al lateral izquierdo. Fue el Betis el que lo intentó primero. Antes de alcanzar el minuto 3 Sanabria pudo haber inaugurado el marcador pero su disparo fue despejado bajo palos por Carvajal, casi sin querer. En la continuación de la jugada, Fabián conectó en el interior del área con Camarasa pero el disparo del valenciano fue blocado abajo por Keylor Navas. Ronaldo, muy desacertado toda la noche, replicó a los 10 minutos con un taconazo que culminaba una buena jugada iniciada en el flanco izquierdo, pero el balón fue desviado a córner por Javi García. La jugada fue protestada por el portugués y buena parte de la grada, ya que el centrocampista de Mula se valió del hombro para deshacer el peligro, si bien Mateu Lahoz no observó nada punible en el lance. Los verdiblancos no estaban de turismo en la capital del reino. Camarasa volvió a intentarlo al cuarto de hora pero su disparo lejano se perdió ligeramente por encima de la cruceta. El ritmo de la contienda era frenético, el intercambio de golpes hacía las delicias del espectador. Modric condujo con mucha verticalidad hasta el área pero su remate se estrelló contra el lateral de la red. Feddal y Mandi le cerraron la línea de pase al croata, que tuvo que disparar al palo de Adán, quedando en nada una situación que podría haber significado el primer tanto de la noche. Superados los 20 minutos fue de nuevo Modric el que remató ligeramente por encima del larguero, finalizando el buen servicio desde la derecha de Carvajal. No había descanso para la zaga bética. Adán tuvo que emplearse a fondo para detener abajo el intencionado remate de Cristiano, que pateó de primera la cesión de Bale, situado a su derecha. A la media hora de juego Casemiro tuvo idéntica suerte al cabecear desviado el centro colgado por Bale desde la derecha. En este toma y daca en el que se había convertido el encuentro, ahora llegó el turno de las Trece Barras. Fabián, aprovechándose de un error garrafal de Carvajal en el saque lateral, estuvo a punto de ver puerta pero una estirada prodigiosa de Navas se interpuso en las intenciones del canterano. El palaciego realizó una exhibición portentosa, demostrando una vez más que su carrera puede estar experimentando un salto cualitativo muy interesante. Posteriormente llegó el turno de Isco pero Adán estuvo acertado para desviar a córner el disparo del malagueño y deshacer la más clara situación merengue para haber inaugurado el electrónico. Guardado tuvo que reemplazar a Camarasa, con molestias musculares, poco antes del descanso. En los estertores de este primer acto Ronaldo probó suerte pero su lanzamiento con pierna derecha fue rechazado por Mandi. Aun tendría tiempo el astro lusitano de abrir el marcador pero se trastabilló en el momento de engatillar y la ocasión se perdió. No dio para más este intenso primer tiempo.
Tras el paso por vestuarios, el conjunto local salió decidido a por la victoria. Cristiano siguió intentándolo de cara al marco pero como sucediera en la última jugada de la primera mitad, el ariete portugués se resbaló instantes antes de embestir. Instantes después desperdició la enésima situación ventajosa, marchándose el balón a la grada cuando el siete blanco lo tenía todo para marcar, malogrando de este modo el fantástico centro de Bale desde el costado izquierdo en una contra iniciada en la medular con mucha categoría por Isco. No era la noche de la estrella madridista y mostraba sin complejos su desesperación. Sufría el Betis en estos compases iniciales de la reanudación. En una acción aislada, Francis se presentó solo ante Navas pero su remató se fue arriba cuando tal vez lo más fácil era marcar. El colegiado había aplicado la ley de la ventaja en la falta cometida por Marcelo sobre Sanabria, a quien iba dirigido el desplazamiento en largo, el balón siguió su curso y habilitó la carrera del canterano de Coín pero le pudo la presión, algo incordiado por la presencia siempre molesta de Varane, y mando el esférico por encima del larguero. El partido se convirtió a partir de entonces en un monólogo blanco en ataque. Ronaldo, negado ante el marco, culminó con un centro su internada por la izquierda y Carvajal remató algo forzado y el balón se estrelló contra el exterior del palo izquierdo. A punto de alcanzarse la hora de partido, el juego se detuvo para atender a Mandi, que sufrió un pisotón de Ronaldo en la pugna que mantuvieron ambos por el balón. Boudebouz dispuso de media hora para ir cogiendo el ritmo, ocupando el sitio de Francis. No estuvo afortunado el argelino, que intentó muchas cosas pero se le notó demasiado la inactividad. Ronaldo, muy activo a pesar de sus constantes desatinos, reclamó un inexistente penalti cuando trataba de conectar el inverosímil pase de Bale. Barragán sufrió un golpe en la cabeza en una jugada embarullada en el área bética y el juego tuvo que detenerse de nuevo para que el lateral fuera atendido. El tiempo transcurría muy lentamente para el aficionado bético. Adán apareció de nuevo para mantener a su equipo con vida, desviando con la punta de la manopla izquierda el disparo lejano de Kross. Al poco de salir al terreno de juego, Asensio condujo hasta el interior del área pero su pase fue rematado arriba por un exasperado Ronaldo. Un centro de Lucas Vázquez desde el flanco derecho, que también acababa de ingresar en el partido, fue rematado de forma asombrosa por Bale pero el taconazo del galés se quedó sin premio gracias al palmeo de Adán y a la colaboración inestimable del poste. Mayoral, última permuta de Zidane en el encuentro, culminó un pase filtrado de Bale pero Adán, de nuevo el meta madrileño del Betis, deshizo el peligro con una atinada salida. En el último minuto del choque volvió a comparecer el Betis en área rival. Guardado apareció algo escorado en la frontal y Sanabria, en situación claramente adelantada, mandó el esférico al fondo d ellas mallas. El asistente estuvo acertado para anular el gol. El Betis había logrado llegar con vida a los minutos finales gracias al equilibrio, al orden y a la contundencia. En el descuento llegó la jugada colectiva de la que el fútbol en general puede sentirse orgulloso. El desorden defensivo del Madrid propició la proeza, tras una jugada colectiva de más de un minuto de toque y más toque que concluyó en la frontal en las botas de Barragán. El lateral tenía junto a él a Boudebouz pero el coruñés lo vio claro y decidió asumir la responsabilidad, colocando un centro medido a la cabeza de Sanabria, que picó abajo y con violencia para hacer inútil la estirada de Navas. Solo hubo tiempo para desgañitarse y celebrar la gesta, una victoria en Chamartín que no acaecía desde hacía 19 años. El éxito es fruto del bloque, consistente y aguerrido, solidario y vertical, machacón y moderno. Ojalá y esto sea el comienzo de unos años gloriosos.
sábado, 16 de septiembre de 2017
Betis vs Deportivo de la Coruña (2-1)
El RBB ha logrado esta tarde enlazar la segunda victoria consecutiva en el Benito Villamarín a costa de un triste Deportivo de la Coruña que se vio superado durante casi todo el encuentro por la mayor intensidad, frescura y empeño del conjunto heliopolitano. Le queda todavía mucho trabajo por delante al bueno de Quique Setién para lograr que su equipo desarrolle ese fútbol de pase y control que el técnico pretende, no obstante poco a poco el aficionado observa como los tan cacareados automatismos empiezan ha dar rendimiento en forma de victorias y puntos. Este Betis es muy distinto al de temporadas precedentes, casi todos los fichajes están dándole consistencia al grupo y cualidades como el empaque, la agresividad, la búsqueda de espacios o el toque de balón han regresado a Heliópolis tras muchos años de incomparecencia. Todo ello se debe en buena medida al acierto de la secretaría técnica encabezada por Lorenzo Serra Ferrer a la hora de elegir a los hombres que debían darle cuerpo al proyecto, sin olvidar el trabajo de Setién en el banquillo, cuya fe en el sistema está contagiando a propios y extraños.
Setién optó de inicio por el once más utilizado en este comienzo de campeonato, con el único cambio de Narváez por Camarasa, que saldría al inicio del segundo tiempo. El colombiano volvió a ser titular pero evidenció una cierta bisoñez que le está impidiendo desplegar sus innegables cualidades. El Betis salió enchufado al choque, manejando con autoridad el ritmo del partido y desgastando al rival a base de posesiones dinámicas y eficientes. La medular se imponía al cuadro dirigido por Pepe Mel, que apostaba por esperar al rival en su campo pero al situar dos puntas en su esquema perdía solidez en la zona ancha. El conjunto verdiblanco, apoyado en la solidez de Javi García y Guardado, sacó partido de esta superioridad para acorralar al rival. Fruto de este dominio llegó la jugada del primer tanto bético, obra de Joaquín antes de que se rebasara el primer cuarto de hora de juego. El extremo, en estado de gracia, se aprovechó de la fragilidad de Pantilimón bajo palos para batir con la cabeza y prácticamente a placer al espigado meta rumano del Deportivo, en su intentó por despejar el remate inicial de Sergio León a pase de Barragán. Hasta el minuto 20 solo hubo un equipo sobre el terreno de juego, sin embargo a partir de ahí el Betis se desconectó y el conjunto gallego aprovechó una de las escasa situaciones de las que disfrutó a lo largo de todo el encuentro para deshacer la ventaja bética. Un disparo lejano de Borges se estrelló violentamente contra el larguero y en la continuación de la jugada Cartabia condujo con comodidad ante la pasividad de la zaga y disparó ajustado al palo izquierdo de Adán para devolver la igualada al electrónico. Tardó el Betis en recuperar el dominio y solo inquietó con alguna llegada aislada de Tello y Joaquín que concluyeron sin consecuencias. No dio para más el primer acto.
Tras el paso por vestuarios el decorado no varió en exceso. Fue a raíz de la entrada de Camarasa, que sustituyó al lesionado Narváez, cuando el Betis se fue definitivamente a por el encuentro. Undiano Mallenco decretó penalti en la jugada en la que Durmisi acabó por los suelos pero el colegiado rectificó a instancias de su asistente y mostró la amarilla al lateral danés por supuestamente fingir la caída. El Depor volvió a la idea inicial de salir a la contra y el Betis trató de sacar partido a esa mayor posesión. A pesar del mayor empuje bético, resulta evidente que este equipo continúa adoleciendo de clarividencia en los metros finales, esa chispa que sea capaz de optimizar el rendimiento de todo el juego que se cocina en el remozado centro del campo. Sergio León volvió a tener un papel destacado y aunque apenas se prodigó en el remate a puerta realizó un estupendo derroche de fuerza y fue un constante dolor de cabeza para la zaga coruñesa. Restando un cuarto de hora para la conclusión, Guardado cortó un ataque coruñés y se encaminó con verticalidad hacía el marco rival, pleno de convicción. El centrocampista de Guadalajara extrajo de su chistera un extraordinario pase filtrado a la espalda de los zagueros que recogió Joaquín para batir de nuevo a Pantilimón con una brillante definición que desató la locura en la grada. El centro del mexicano fue sencillamente prodigioso, la magia que despiden las botas de este futbolista volvió a emerger en el momento culminante, marcando esa diferencia que logra decantar los encuentros. Y qué decir de la llegada y definición Joaquín. El veterano atacante bético volvió a dejar constancia del fantástico inicio de campeonato que está cuajando, el más inspirado desde su regreso a Heliópolis. Salvo un remate al lateral de la red, tras la salida de un córner, el Deportivo no inquietó la meta de Adán y los puntos finalmente volvieron a quedarse en Villamarín, para gozo de los más de 45000 espectadores que volvieron a desalojar el coliseo bético felices y contentos por el resultado y por las maneras que este equipo está empezando a mostrar.
Setién optó de inicio por el once más utilizado en este comienzo de campeonato, con el único cambio de Narváez por Camarasa, que saldría al inicio del segundo tiempo. El colombiano volvió a ser titular pero evidenció una cierta bisoñez que le está impidiendo desplegar sus innegables cualidades. El Betis salió enchufado al choque, manejando con autoridad el ritmo del partido y desgastando al rival a base de posesiones dinámicas y eficientes. La medular se imponía al cuadro dirigido por Pepe Mel, que apostaba por esperar al rival en su campo pero al situar dos puntas en su esquema perdía solidez en la zona ancha. El conjunto verdiblanco, apoyado en la solidez de Javi García y Guardado, sacó partido de esta superioridad para acorralar al rival. Fruto de este dominio llegó la jugada del primer tanto bético, obra de Joaquín antes de que se rebasara el primer cuarto de hora de juego. El extremo, en estado de gracia, se aprovechó de la fragilidad de Pantilimón bajo palos para batir con la cabeza y prácticamente a placer al espigado meta rumano del Deportivo, en su intentó por despejar el remate inicial de Sergio León a pase de Barragán. Hasta el minuto 20 solo hubo un equipo sobre el terreno de juego, sin embargo a partir de ahí el Betis se desconectó y el conjunto gallego aprovechó una de las escasa situaciones de las que disfrutó a lo largo de todo el encuentro para deshacer la ventaja bética. Un disparo lejano de Borges se estrelló violentamente contra el larguero y en la continuación de la jugada Cartabia condujo con comodidad ante la pasividad de la zaga y disparó ajustado al palo izquierdo de Adán para devolver la igualada al electrónico. Tardó el Betis en recuperar el dominio y solo inquietó con alguna llegada aislada de Tello y Joaquín que concluyeron sin consecuencias. No dio para más el primer acto.
Tras el paso por vestuarios el decorado no varió en exceso. Fue a raíz de la entrada de Camarasa, que sustituyó al lesionado Narváez, cuando el Betis se fue definitivamente a por el encuentro. Undiano Mallenco decretó penalti en la jugada en la que Durmisi acabó por los suelos pero el colegiado rectificó a instancias de su asistente y mostró la amarilla al lateral danés por supuestamente fingir la caída. El Depor volvió a la idea inicial de salir a la contra y el Betis trató de sacar partido a esa mayor posesión. A pesar del mayor empuje bético, resulta evidente que este equipo continúa adoleciendo de clarividencia en los metros finales, esa chispa que sea capaz de optimizar el rendimiento de todo el juego que se cocina en el remozado centro del campo. Sergio León volvió a tener un papel destacado y aunque apenas se prodigó en el remate a puerta realizó un estupendo derroche de fuerza y fue un constante dolor de cabeza para la zaga coruñesa. Restando un cuarto de hora para la conclusión, Guardado cortó un ataque coruñés y se encaminó con verticalidad hacía el marco rival, pleno de convicción. El centrocampista de Guadalajara extrajo de su chistera un extraordinario pase filtrado a la espalda de los zagueros que recogió Joaquín para batir de nuevo a Pantilimón con una brillante definición que desató la locura en la grada. El centro del mexicano fue sencillamente prodigioso, la magia que despiden las botas de este futbolista volvió a emerger en el momento culminante, marcando esa diferencia que logra decantar los encuentros. Y qué decir de la llegada y definición Joaquín. El veterano atacante bético volvió a dejar constancia del fantástico inicio de campeonato que está cuajando, el más inspirado desde su regreso a Heliópolis. Salvo un remate al lateral de la red, tras la salida de un córner, el Deportivo no inquietó la meta de Adán y los puntos finalmente volvieron a quedarse en Villamarín, para gozo de los más de 45000 espectadores que volvieron a desalojar el coliseo bético felices y contentos por el resultado y por las maneras que este equipo está empezando a mostrar.
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