Rubén Castro cerró el encuentro de esta manera |
Valiosísima victoria la que ha obtenido el RBB en esta soleada mañana de domingo, tras superar al Granada CF de José González por dos goles a cero. El aficionado tuvo que tragarse un mal partido de los suyos, con juego trabado, embrollado y poco vistoso. Los hombres de Merino se vieron superados durante muchas fases del envite, sobre todo en la parcela ancha, aunque el conjunto nazarí apenas dispuso de situaciones de peligro, ni siquiera cuando se vio en superioridad numérica, al ser Juan Vargas expulsado por ver su segunda amarilla. El técnico granadino, al que parecía valerle el empate que atesoraba en ese momento, a pesar de la comprometida posición clasificatoria de su equipo, decidió no ir a por el partido y su equipo lo pagó caro. La victoria del cuadro verdirrosa se fraguó en los compases finales del choque, cuando ya nadie apostaba por ello, tras dos jugadas a balón parado que pusieron boca abajo Heliópolis. El laboratorio de Merino está funcionando en las últimas jornadas y los puntos están llegando al casillero del equipo para tranquilidad de su fiel tropa de seguidores.
El primer tiempo fue soporífero. Los visitantes manejaba el ritmo y la posesión de balón pero tomaba demasiadas precauciones. En estos primeros cuarenta y cinco minutos apenas hubo acercamientos a las áreas. Tras una primera media hora impropia para la categoría, Merino modificó el equipo, retirando del partido a Cejudo y dando entrada a Molina. De esta manera, el técnico gaditano modificaba el dibujo, colocando dos delanteros a la vista de que su equipo se mostraba plano y sin apenas ambición. La entrada del ariete alcoyano le dio otro brío al encuentro y precisamente en sus botas estuvo la ocasión más clara del primer acto, al revolverse dentro del área con un movimiento marca de la casa, aunque Andrés Fernández desbarató el peligro.
El segundo tiempo no empezó bien para los locales ya que Vargas vio muy pronto la segunda tarjeta amarilla. Merino tuvo de nuevo que trastocar los planes y colocó a Petros para cubrir el hueco que había dejado el peruano, debiendo retirar del terreno de juego a Ceballos. El técnico gaditano había dado entrada antes a Joaquín, que reemplazó a un desafortunado Fabián, buscando el desborde y desparpajo que hacía falta para intentar que los puntos se quedaran en casa. Adán apareció, una jornada más, para evitar que el remate de Barral se convirtiera en el primero de la mañana pero el conjunto franjirrojo sufrió las decisiones tomadas desde la banda por su técnico, centrado más en retirar del terreno a los jugadores que habían sido amonestados en vez de irse definitivamente a por los tres puntos. Ese miedo a quedarse con uno menos resultó fatal para los intereses del Granada, bien respaldado en la grada por un nutrido grupo de aficionados, que animaron de forma incansable toda la mañana. Cuando el empate parecía el resultado seguro del envite, Joaquín apareció en el saque de un córner y N´Diaye sobrevoló como un coloso en el área para colocar el primer tanto de la mañana. Poco después, con el Granada intentando a la desesperada restablecer la igualada, Joaquín estuvo a punto de anotar el segundo tras una larga galopada, pero su remate se marchó algo desviado junto al palo derecho defendido por Andrés. Ya en el descuento, Rubén Castro enfiló la meta visitante y el árbitro entendió equivocadamente que el meta había golpeado con su mano fuera del área el balón que el canario había intentado picarle. Biraghi se colocó los guantes tras la expulsión de Andrés pero no pudo impedir que el lanzamiento de falta de Castro se convirtiera en el segundo y definitivo tanto, que pondría el punto y final al encuentro. Importantísima victoria del cuadro heliopolitano que hoy rendía homenaje a la mujer bética. El objetivo está cada vez más cerca.
El primer tiempo fue soporífero. Los visitantes manejaba el ritmo y la posesión de balón pero tomaba demasiadas precauciones. En estos primeros cuarenta y cinco minutos apenas hubo acercamientos a las áreas. Tras una primera media hora impropia para la categoría, Merino modificó el equipo, retirando del partido a Cejudo y dando entrada a Molina. De esta manera, el técnico gaditano modificaba el dibujo, colocando dos delanteros a la vista de que su equipo se mostraba plano y sin apenas ambición. La entrada del ariete alcoyano le dio otro brío al encuentro y precisamente en sus botas estuvo la ocasión más clara del primer acto, al revolverse dentro del área con un movimiento marca de la casa, aunque Andrés Fernández desbarató el peligro.
El segundo tiempo no empezó bien para los locales ya que Vargas vio muy pronto la segunda tarjeta amarilla. Merino tuvo de nuevo que trastocar los planes y colocó a Petros para cubrir el hueco que había dejado el peruano, debiendo retirar del terreno de juego a Ceballos. El técnico gaditano había dado entrada antes a Joaquín, que reemplazó a un desafortunado Fabián, buscando el desborde y desparpajo que hacía falta para intentar que los puntos se quedaran en casa. Adán apareció, una jornada más, para evitar que el remate de Barral se convirtiera en el primero de la mañana pero el conjunto franjirrojo sufrió las decisiones tomadas desde la banda por su técnico, centrado más en retirar del terreno a los jugadores que habían sido amonestados en vez de irse definitivamente a por los tres puntos. Ese miedo a quedarse con uno menos resultó fatal para los intereses del Granada, bien respaldado en la grada por un nutrido grupo de aficionados, que animaron de forma incansable toda la mañana. Cuando el empate parecía el resultado seguro del envite, Joaquín apareció en el saque de un córner y N´Diaye sobrevoló como un coloso en el área para colocar el primer tanto de la mañana. Poco después, con el Granada intentando a la desesperada restablecer la igualada, Joaquín estuvo a punto de anotar el segundo tras una larga galopada, pero su remate se marchó algo desviado junto al palo derecho defendido por Andrés. Ya en el descuento, Rubén Castro enfiló la meta visitante y el árbitro entendió equivocadamente que el meta había golpeado con su mano fuera del área el balón que el canario había intentado picarle. Biraghi se colocó los guantes tras la expulsión de Andrés pero no pudo impedir que el lanzamiento de falta de Castro se convirtiera en el segundo y definitivo tanto, que pondría el punto y final al encuentro. Importantísima victoria del cuadro heliopolitano que hoy rendía homenaje a la mujer bética. El objetivo está cada vez más cerca.
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