Imagen del entrenamiento de esta mañana en la ciudad deportiva |
Grande fue la decepción que el encuentro de San Mamés dejó en el azotado subconsciente del aficionado bético. No es que se juzgue la situación clasificatoria, razonablemente aseada si tenemos en cuenta el objetivo marcado a comienzos de temporada y las jornadas de competición que restan para la finalización del campeonato. Lo que se discute es la imagen medrosa, pobre y amilanada ofrecida en Bilbao, sin chispa ni espíritu competitivo. Cualquier bético con un mínimo criterio ha podido intuir que el equipo no da para lograr cotas más allá de las que ahora mismo detenta, pero es indignante imaginar lo que podría llegar a ser si todo dependiera del extraordinario respaldo social y mediático que posee la entidad.
Lo cierto es que el pasado domingo volvió a dar la sensación de que el equipo se presentaba en un campo de fútbol con ese talante acomplejado que parece imbuido por su propia procacidad y es precisamente eso lo que hace mella en el corazón heliopolitano. Y tal vez sea también por eso por lo que este club continúa reaccionando a los acontecimientos con un tremendismo prácticamente sin parangón en el fútbol español. Los foros han vuelto a estallar en cólera con juicios sobre la conveniencia o no de la continuidad de Macià, se han podido leer cientos de valoraciones encontradas acerca del desempeño de Merino como técnico de la primera plantilla, se ha analizado con inquina la supuesta parcialidad de ciertos plumillas de uno u otro medio y, como no, las promesas supuestamente incumplidas por Haro. Decenas de cuestiones similares han inundado las redes como lo llevan haciendo desde hace años, especulaciones casi siempre tendenciosas que dividen y dividirán al beticismo. Dudo yo que el rumor de la inmensa mayoría de estas angustiadas consideraciones llegue a las oficinas del Benito Villamarín pero, ya sea por intereses allende del escudo de las Trece Barras o por la personalísima forma de sentir los colores de unos y otros, el entorno verdiblanco casi siempre resulta ser un polvorín a punto de estallar.
En lo estrictamente deportivo, el equipo ha regresado esta mañana al trabajo con los cinco sentidos puestos ya en el encuentro del próximo sábado ante el Málaga CF. El cuadro heliopolitano se ha ejercitado esta mañana en la ciudad deportiva con las bajas de Adán y Musonda, ambos con leves molestias sobrevenidas en la última jornada que les han obligado guardar reposo. El resto de los jugadores que fueron titulares ante el Athletic han cubierto parte de la sesión con el resto de sus compañeros, para concluir con una sesión de reactivación en el interior de las instalaciones de la ciudad deportiva.
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