Paz social, ¿Para cuando? |
El director deportivo del club, Eduardo Macià, ha tenido que salir al paso del polvorín suscitado en las redes sociales al respecto de la supuesta mafia existente entre futbolistas, técnicos y representantes. Después de que al jugador del B Marco Rosa, al parecer uno de los más talentosos del filial bético (de hecho, ha estado ejercitándose recientemente a las órdenes de Mel), se le haya comunicado que va a tener muy difícil tener ficha en el equipo, medios de toda índole comenzaron a acusar de trato de favor a los componentes del cuerpo técnico que gestiona la cantera. De este modo, Macià ha comparecido esta mañana en la sala de prensa del Benito Villamarín junto a Merino, Capi y Buenaventura para aclarar que el criterio deportivo es el único aval que permite a un futbolista promocionar en el club. El foco de las iras se ha centrado sobre todo en la figura de Capi por el hecho de estar representado por René Ramos. El camero ha desmentido taxativamente que ello pueda influir a la hora de decantarse por un jugador u otro y ha asegurado que podría emprender acciones legales contra todos aquellos que lo han señalado como uno de los responsables de estar cometiendo este tipo de irregularidades. El acto de defensa ofrecido por Eduardo Macià y la intervención de los componentes de la cantera no ha acabado de calmar unas aguas que continúan revueltas. No consiguen ofrecer un discurso convincente y todo ello acontece restando menos de un mes para la celebración de la junta de accionista que debe decidir quien va a manejar los designios de la nave bética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario