domingo, 7 de junio de 2015

Betis vs Sporting de Gijón (0-3)

      Se cierra el telón de la temporada. Todos los béticos debemos conjurarnos para que esta haya sido la última que el RBB tenga que disputar en Segunda. Estamos asistiendo con cierto escepticismo al levantamiento de unos cimientos que permitan al club forjarse un futuro dentro de un clima de estabilidad. El presidente Ollero parece sensato y deja trabajar en las distintas áreas, Macià ha llegado con un curriculum que le coloca como un profesional de aparente prestigio y Mel ha demostrado con creces estar capacitado para dirigir la nave.

   Hace dos semanas que se certificó el objetivo del ascenso y desde entonces el idioma en verdiblanco pasa por altas, bajas, planificaciones y todo lo relacionado con el futuro de la entidad. Evidentemente, eso se ha notado en los dos partidos que el equipo ha tenido que disputar con los deberes ya hechos y el título de campeón bajo el brazo. Si el pasado domingo el equipo se presentaba en Tenerife como una sombra de lo que había demostrado durante casi toda la campaña, en la tarde hoy comparecía en casa ante un Sporting de Gijón que se jugaba sus opciones de ascenso directo. Esa diferencia de intensidad ha sido a la postre la que marcado el resultado final del encuentro. Al no haber nada en juego para los intereses verdiblancos, Mel volvió a darle la oportunidad a los futbolistas menos habituales, forzado además pos las molestias que venían arrastrando jugadores como Xavi Torres, Pacheco, Bruno o Kadir y que les impidió ser incluidos en la convocatoria. En su ligar, el técnico tiró de los canteranos José Carlos, Fabián o Caro, además de los habituales, Ceballos y Varela. Álex Martínez volvió a sentirse futbolista tras la grave lesión sufrida el pasado mes de noviembre, disputando algunos minutos de la recta final del encuentro.

    Conforme pasaban los minutos se iba aclarando el panorama y mediada la primera mitad Guerrero culminó a puerta vacía una gran jugada de Luis Hernández. Los hombres de Mel tuvieron sus opciones en las botas de Rubén y Molina pero era el conjunto visitante el que generaba peligro de verdad con un ojo puesto en lo que acontecía en Montilivi. El Girona ganaba su partido y dejaba en nada la victoria parcial que estaba logrando el conjunto asturiano, bien respaldado en la grada por la Mareona que en número de unos dos mil se desplazaron hasta las orillas del Guadalquivir. Dos aficiones fieles y hermanadas.

     En el segundo tiempo se aclaró del todo el escenario ya que el Sporting anotó dos goles más en medio de la desidia bética. El conjunto Gijonés entrenado por Abelardo había cumplido su cometido, vencer por dos tantos o más de diferencia. Tan solo faltaba esperar el tropiezo del Girona y ello aconteció en el descuento del encuentro que el equipo catalán estaba disputando con el Lugo. El equipo gallego empató en el descuento y dejó al conjunto gerundense sin ascenso, lo cual desencadenó la euforia en las gradas de Villamarín que estaban pobladas por la afición sportinguista. Habían logrado la vuelta a la élite por la vía directo como ya lo hiciera el Betis hace quince días. Segundo ascenso celebrabado en el coliseo verdiblanco en la misma temporada, dato cuanto menos curioso. Dani Giménez volvió a cuajar una notable actuación y volvió a reivindicarse como un portero de garantías para el nuevo desembarco en Primera. Fue la única noticia positiva del partido además del regreso de Álex Martínez.

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