Nueva demostración de la afición, siempre al pie del cañón. |
El RBB supo reponerse, a base de pegada, al gol inicial del conjunto catalán. A pesar del resultado, seguimos notando la ausencia de muchísimas cosas para que el conjunto verdiblanco pueda aspirar decididamente al inexcusable objetivo del ascenso. Son incompresibles las facilidades que se dan en defensa y la vulnerabilidad que desprende el equipo en esa zona. La falta de presión e intensidad hacen que los partidos sean de ida y vuelta y no se pueda dar por cerrado el marcador ni en los minutos de descuento y con dos goles de ventaja. Velázquez tiene mucho que hacer, no acaba de trasladar sus ideas al equipo o bien estas no son las más apropiadas. Adán anduvo más entonado, mandó y salvó. El resto de la defensa es prescindible y muy mejorable. Además del cancerbero, Matilla si fue un asistente de lujo (le penaliza su escaso bagaje defensivo) y, por encima de todas las cosas, Rubén Castro es el que marca las diferencias. El primer gol es de estilete caro y en el segundo hace fácil lo difícil. Con él será más fácil, sin él, imposible.
Rubén es medio ascenso. |
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