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| ¡Castro, Castro, Rubén Castro! |
“Rubén es de primera; el Betis es muy de Segunda”. “Una estrella entre figurantes”. “Rubén, no te resfríes nunca”. Los titulares de la prensa hablan muy a las claras. Contemplar ayer como un equipo de Segunda B (ascendido en los despachos) nos pegó un meneo bochornoso es verdaderamente descorazonador. Las mismas taras, desaplicaciones e inconstancia de siempre. Un killer arriba nos libra de tener que pelear por salvar la categoría, no hay que darle más vueltas.
Victoria, sin más. 3 puntos más, solo eso. El equipo no lo es, nadie sabe que pretenden los once que visten de verdiblanco. Carreras alocadas, espacios mal cubiertos. El contrario se maneja a sus anchas y el miedo se propaga por doquier. Sin Rubén Castro abandonaremos la categoría pero un escalón más hacia abajo. Dos tantos y a vivir de las rentas. Si somos optimistas podemos esperar que cuando el conjunto esté compacto y sin fisuras estos puntos que ahora, injustamente, se van anotando en nuestro casillero nos ayudarán a lograr el objetivo. Así sea.
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