Imagen de la jugada que cambió el partido |
Vicandi Garrido, colegiado de la contienda, se ha convertido en el desagradable protagonista del partido disputado esta noche en el Camp Nou, en medio de un ambiente festivo donde el equipo local ofreció a la afición los cinco trofeos logrados durante este año 2015 que consume ya sus últimas horas. Dada la abismal diferencia entre unos y otros, es muy probable que el RBB no hubiera logrado nada positivo en el envite pero no es menos cierto que hasta la jugada en la que el trencilla del colegio vasco se inventó el inexistente penalti, los hombres de Mel habían contendido al todopoderoso Barça hasta el punto de impedirle que pusiera en peligro la meta defendida por Adán. Mel había dispuesto un 4-4-2 con todas las líneas muy juntas, más pendientes de impedir que las estrellas azulgranas tejieran su habitual juego que de mirar a la puerta de Bravo. Muy pronto comenzaron los problemas para el equipo ya que Bruno debió abandonar el terreno de juego tras sufrir un encontronazo con Adán cuando el meta pretendía desviar un centro al área. Pezzella ocupó el vacío dejado por el bravo central tinerfeño. Hasta el minuto 27 de encuentro el Betis logró que el partido discurriera dentro de un contexto de indolencia y aburrimiento, manteniendo sus integridad intacta. Fue entonces cuando el arbitro decidió señalar un absurdo penalti en una jugada en la que Adán salió a despejar de puños. Neymar se encargó de ejecutar la pena máxima y, aunque el lanzamiento se estrelló en el travesaño, Westermann, al intentar despejar el rechace, envió el balón al fondo de la portería. Con el 1-0 el Betis se vino abajo. Westermann, lesionado en la jugada del despeje, también tuvo que abandonar el terreno de juego, ocupando Digard el nuevo boquete abierto en la cobertura bética. Mel fue expulsado por sus reiteradas protestas, dándose la curiosa situación de ver a los dos entrenadores del equipo en las gradas del coliseo blaugrana, ya que Roberto Ríos cumplía sanción tras su expulsión en el derbi. Surrealista. El equipo quedó muy tocado con todos estos contratiempos e instantes después llegó el segundo, tras una jugada de tiralíneas entre Neymar y Messi que este último envío a la red para acabar de descomponer al conjunto verdiblanco. El segundo tiempo fue meramente testimonial y sino es por los postes y las actuaciones de Adán el resultado hubiera sido mucho más abultado que el 4-0 final que mostró el luminoso, tras los dos tantos logrados por Luis Suárez. Encuentro para olvidar.