El conjunto de Pepe Mel se presentaba invicto en el helado césped de Los Pajaritos. El técnico madrileño apostaba por la continuidad y se posicionaba en el campo con el clásico 4-4-2 y los mismos hombres que comparecieron la semana pasada en Villamarín ante el CE Sabadell. Piccini se había recuperado de sus molestias mientras que N'Diaye había regresado de la Copa de África en perfecto estado pero ambos comenzaron viendo el partido desde el banquillo. El encuentro comenzó frenético, con los ataques imponiéndose a las defensas. Rubén Castro estaba muy activo aunque con poco acierto de cara al marco rival. En dos ocasiones perdonó circunstancias muy claras que generó por banda izquierda un entonado Pacheco que se fue diluyendo con el transcurso de los minutos. La primera que disfrutó el 24 bético se fue al limbo sin que se percatara de que tenía a su derecha a Jorge Molina en situación inmejorable y la segunda fue repelida por el larguero. Antes, Xavi Torres estuvo a punto de remachar a la red un balón que había quedado sin dueño en el área pequeña tras el lanzamiento de un saque de esquina.
El conjunto verdiblanco merodeaba con peligro el área numantina pero el encuentro no tenía dueño claro y, a la salida de un córner botado por el incombustible Julio Álvarez, Regalón peinaba el esférico en el primer palo y lo mandaba al fondo de la red sin que Adán pudiera hacer nada para evitarlo. El zaguero del CD Numancia le ganaba la partida a Jordi Figueras en una jugada horriblemente defendida y decantaba el encuentro a favor de los intereses locales. Los de Mel siguieron con el mismo dibujo. Portillo y Ceballos guiaban al equipo de una forma un tanto alocada y en el minuto Miki Roqué, Castro recogía el esférico en la frontal, se asociaba con el insustituible Molina trazando una pared de libro y finalizaba de forma académica con un trallazo seco. Golazo. El canario se iba de inmediato a recoger el cuero del fondo de las mallas y dejaba las celebraciones por su diana número 99 para otro momento. Hermosa estampa que denota el espíritu que tiene el equipo en estos momentos. Se nivelaba de nuevo la contienda y se instalaba algo de tranquilidad en el cuadro bético. Hasta la conclusión de la primera mitad se produjeron situaciones en ambas áreas pero el marcador ya no se movería.
El segundo tiempo comenzó con una tónica similar. El conjunto bético llegaba tarde a las jugadas y en los choques casi siempre salía derrotado. El centro del campo no carburaba, con un Portillo que no acaba de encontrar su sitio en el equipo. En las áreas había intercambio de golpes pero sin peligro real. A los pocos minutos de la reanudación el juez de la contienda anulaba justamente un gol al CD Numancia por posición antirreglamentaria de Regalón, que cabecea de nuevo a la red tras el saque de una falta. Susto importante para la parroquia verdiblanca que observaba intranquila lo que sucedía en el terreno de juego.
El CD Numancia se puso por delante en el marcador de los Pajaritos. |
Pacheco ofreció alternativas en ataque pero se difuminó enseguida. |
Lolo Reyes sustituyó a Pacheco y el cambio hizo perder aún más frescura a los hombres que tenían que llevar la manija. Un gran pase en largo de Varela fue controlado por Rubén pero el ariete se escoró demasiado en el área y la ocasión se perdió sin inquietar la portería adversaria. Eran ocasiones demasiado aisladas como para pretender un botín más ambicioso que el que en ese momento se ostentaba. Faltando un cuarto de hora Piccini suplió a Ceballos, situándose por delante de Molinero. Desconozco si el técnico procuraba ocasionar peligro por las bandas pero el RBB tan sólo gozó de una ocasión clara de gol antes del pitido final. A falta de cinco minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario, Rennella, que acaba de sustituir a Portillo, no lograba hacerse con el control del balón pero forzaba un saque de esquina. El lanzamiento de éste lo cabeceó Xavi Torres y el balón se marchaba por poco, junto al palo izquierdo del meta soriano. Los minutos finales fueron trepidantes pero el luminoso ya no se movería. El empate era un resultado justo para los méritos exhibidos por los hombres de Mel que, a mi modo de ver, no estuvo atinado en las decisiones que tomó desde la banda. Hubo acumulación de delanteros en los minutos finales pero no hubo fluidez ni ideas claras, de hecho, el equipo no disparó entre los tres palos en todo el segundo acto.