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La labor de Macià a examen |
Se acaba de rebasar el primer cuarto de competición y, tal vez, va siendo hora de someter a examen la labor de los futbolistas que arribaron este verano para ayudar a lograr la consecución del objetivo marcado por la entidad, que no es otro que el de la permanencia. Tras la exitosa campaña del regreso a la élite, el conjunto verdiblanco se hizo con los servicios del director deportivo Eduardo Macià. Los medios generaron todo un aura de solvencia y profesionalidad en torno a la figura del valenciano, sin que hubiera desembarcado aún en la nave heliopolitana. Ello ocurrió tal vez por los méritos cosechados en sus anteriores clubs y la extraordinaria experiencia que muchos aseguran que atesora en su área. Además, Macià envió un mensaje tranquilizador a la afición durante sus primeras apariciones, asegurando en todo momento que a medio plazo el club estaría asentado en la flor y nata del fútbol español, como corresponde a su potencial. No obstante, tras 990 minutos transcurridos de competición, de su labor se pueden extraer consideraciones de todo tipo. En el rendimiento de los jugadores recién llegados se pueden observar tantas nubes como claros, de tal forma que la base del equipo sigue siendo la misma que la temporada pasada, cuando el equipo militaba en segunda división.
Hasta nueve caras nuevas tiene el equipo esta temporada, sin contar la llegada de Cristiano Piccini, que ya jugó el año pasado en calidad de cedido. Analizaremos la aportación de cada uno de ellos, de menor a mayor relevancia.
Tarek. Lateral izquierdo de origen egipcio. La exótica sorpresa de Macià no solo no ha disputado ni un solo minuto de campeonato, es que ni tan siquiera ha ido convocado. El fútbol europeo parece quedarle muy grande y, muy probablemente, saldrá cedido en enero.
Van der Vaart. El fichaje ilusionante del año apenas ha aportado algo más de 100 minutos de juego en dos partidos. Llegó lesionado y con un estado de forma alarmante. En las últimas fechas ha perdido kilos y su aportación en Málaga fue algo mejor que la ofrecida en su debut, pero este no es el futbolista que se esperaban los béticos. Hasta el momento, una broma de mal gusto.
Digard. El mediocentro francés llegó procedente del Niza. En su país gozaba de un gran cartel gracias a muchas temporadas de buen futbol continuado, sin embargo, tras su llegada a Sevilla, las lesiones le están lastrando y no acaba de entrar en el equipo. Solo ha disputado 4 partidos y, aunque en Málaga estrenó titularidad, parece haber recaído de sus molestias y su concurso está en el aire para los próximos compromisos del equipo.
Van Wolfswinkel. El ariete holandés no ha contado con demasiada confianza del técnico. Hasta el momento ha participado en 3 encuentros de liga sin haber estrenado todavía su faceta goleadora. Rennella y Molina han contado con más minutos y tan solo las lesiones de estos le han permitido jugar. Además, tras los últimos traspiés del equipo y la sensación de falta de solidez, parece que el técnico no está por la labor de apostar por la dupla en ataque. Habrá que esperar a ver si, con minutos acumulados en sus botas, demuestra el porqué de su llegada.
Pezzella. El central argentino es, seguramente, el mayor desencanto en lo que va de temporada. El equipo hizo el mayor desembolso durante el verano para hacerse con sus servicios y, de esta forma, reforzar una de las zonas más endebles del equipo. Hasta el momento solo ha disputado 4 partidos y transmite demasiados nervios cada vez que interviene. No ha convencido aunque los técnicos consideran que es el mejor dotado de todos los centrales de la plantilla.
Vargas. El lateral peruano se hizo con el puesto desde el principio, cosechando actuaciones convincentes. Desafortunadamente, lleva lesionado más de un mes y el equipo no tiene en Varela a un sustituto de garantías. Su llegada es todo un acierto.
Petros. El mediocentro brasileño es un ejemplo de entrega. Aporta kilómetros y músculo, roba muchos balones y con su sacrificio enmascara las carencias técnicas. Poco a poco se debe ir adaptando al ritmo del fútbol europeo. Aceptable.
Joaquín. No es necesario descubrir al portuense a estas alturas. El extremo llegó en loor de multitudes y no ha defraudado. A sus 34 años conserva la velocidad y la capacidad de sorpresa que le hicieron grande. Insustituible.
Westermann. Una agradable sorpresa. El central alemán aporta veteranía y posicionamiento. Con el equipo esperando atrás es prácticamente inabordable. El equipo ha ganado en el juego por alto, donde se muestra como un auténtico káiser. No es muy rápido pero concede al equipo tranquilidad, solvencia y solidez. Un fijo.
Piccini. Es el "fichaje" que más minutos ha disputado en lo que va de campeonato, habiéndose perdido solo un partido por lesión. El lateral transalpino debe mejorar en defensa ya que en ataque se muestra como el complemento perfecto de Joaquín. Recupera una infinidad de balones gracias a su prodigioso físico pero debe evitar los errores de bulto que conceden opciones al rival en más ocasiones de las deseadas.
Junto a los fichajes, Bruno, Adán y Castro han disputado todos los minutos posibles hasta el momento. Son, sobre todo, el portero y el delantero, los verdaderos artífices de la desahogada situación que disfruta el equipo en la tabla clasificatoria. Ambos se están ganando a pulso una llamada del seleccionador (en el caso del ariete canario, ésta debiera haber llegado hace ya tiempo). Alfred N´Diaye ha alcanzado un óptimo estado de forma y el equipo se está beneficiando de ello. Se ha convertido en un fijo en la medular aunque una inoportuna lesión muscular le obligará a estar apartado de los terrenos de juegos por un espacio aproximado de un mes. Cejudo está mucho más enchufado y entonado que la pasada campaña, mostrando una entrega y profesionalidad loables. Ceballos, la gran promesa verdiblanca, no acaba de lograr la titularidad, en parte por los problemas derivados de su interminable renovación. La afición espera que, una vez alcanzado el acuerdo de prolongación de su contrato, vaya alcanzado el nivel que ya ofreció la temporada pasada.